Mercado NBA: las opciones de Hayward, Chris Paul y Griffin
Analizamos las distintas opciones que barajan tres de los agentes libres más codiciados de un mercado que se abre en menos de una semana.
A falta de que este lunes se celebre la primera gala de entrega de premios de la NBA al más puro estilo Oscar de Hollywwod, los 30 equipos sólo piensan ya en la próxima temporada. La ceremonia del draft fue el pistoletazo de salida de un verano que se prevé movido. Al menos si nos atenemos a la infinidad de rumores que han involucrado a no pocas estrellas de la Liga. Por el momento, el de Jimmy Butler+ (amén del adiós de D'Angelo Russell a los Lakers) ha sido el traspaso de mayor impacto. Pero se esperan otros, como el que debe significar la salida de Paul George de Indiana (de no hacerlo, los Pacers ya saben que le perderán el próximo año sin recibir nada a cambio).
Pero no solo de traspasos se alimentan los cotilleos NBA estivales, dentro de menos de una semana (concretamente el 1 de julio) tendremos ante nosotros la inauguración del muy esperado mercado de agentes libres. Esto es, jugadores que pueden decidir libremente su suerte al ser dueños de su destino. Dando por hecho que Stephen Curry y Kevin Durant renovarán por los Warriors (lo contrario se convertiría en el bombazo del verano) y que Pau Gasol permanecerá en San Antonio, tres nombres destacan en una lista en la que también podemos encontrar a all stars como Kyle Lowry, Paul Millsap o Jrue Holiday. Nos referimos a Gordon Hayward, Chris Paul y Blake Griffin. ¿Dónde jugarán la próxima temporada? A continuación, enunciamos sus principales opciones.
Gordon Hayward
A sus 27 años, el alero de Indianápolis debe hacer frente a una decisión crucial en su carrera dando por descontado que ejercerá su opción de jugador para salir ya al mercado: ¿continuar en los Jazz o seguir creciendo en otro destino? En Utah se ha convertido en all star y en el gran referente de un equipo joven que viene de alcanzar las semifinales en el Oeste. Gobert seguirá en Salt Lake City y en el caso de que tanto Hayward como George Hill (también agente libre) opten por continuar, la progresión del equipo no debería detenerse. La duda es, ¿evolucionarán hasta el punto de poder plantar cara a Golden State? No parece este el caso. Y es aquí donde se le abre un amplio abanico de posibilidades que señala dos ciudades en rojo por encima del resto: Boston y Miami. Sobre todo teniendo en cuenta que, al no entrar en ningún de los tres mejores quintetos de esta pasada temporada (All NBA) en Utah no pueden jugar con la baza de ese súper máximo contrato (más de 200 millones de dólares por cinco temporadas) para retenerle.
A principios de año, el TD Garden ya se encargó de hacerle llegar su cariño coreando su nombre durante la visita de los Jazz. La afición de los Celtics le quiere y su adaptación no debería suponer mayores problemas contando que en el banquillo se encuentra Brad Stevens, el técnico que le dirigió durante sus dos curso en la universidad de Butler. Boston es una fuerza emergente en la Conferencia Este, aunque la elevada nómina de aleros con contrato en vigor (Jae Crowder, Jaylen Brown y el recién drafteado Jayson Tatum) puede generar dudas a Hayward.
La opción de los Heat no genera tantos titulares, pero Marc Stein (ESPN) ya ha anunciado que en South Beach no le quitan el ojo de encima. Además del siempre atractivo ambiente que ofrece en Miami, su hipotética incorporación a un grupo en el que sobresalen Hassan Whiteside, Goran Dragic y Erik Spoelstra convertiría a los Heat en una de las potencias en el Este de inmediato. Pat Riley ya ha demostrado que sabe crear equipos campeones. Ojo a esta posibilidad.
Chris Paul
Esa etiqueta de gafe que estos años en los Clippers no ha hecho otra cosa que propagarse no quita que cuando nos referimos a Chris Paul, hablemos de uno de los mejores bases de toda la Liga. Y ya es decir. A sus 32 años, quizá tenga ante sí su última gran oportunidad de perseguir el sueño del anillo. ¿Dónde? Pese a que formando parte de la Lob City no ha podido siquiera disputar una final de Conferencia, los angelinos parten con ventaja respecto al resto de candidatos por una cuestión puramente económica. De renovar, podría firmar por un máximo de 205 millones a repartir en cinco campañas. Si decide llevar su talento a otra parte, no ganaría más de 152 millones en cuatro. Hablamos de una diferencia de más de 50 kilos. Y eso es mucho dinero. Doc Rivers sabe que afronta un verano complicado con Paul y Blake Griffin siendo dueños de su propio destino. Pero ante la incertidumbre, la franquicia ha reaccionado (al menos de momento) bien. La contratación de Jerry West como consejero es una buena señal. Basta revisar su currículum en los despachos.
Si nos alejamos de Los Ángeles, la opción de mudarse a San Antonio sería perfecta... de no ser por la escasa flexibilidad salarial que presentan los texanos. De ahí que Pau Gasol se haya salido de su contrato para acabar firmando una más bajo pero de mayor duración y que jugadores como Danny Green o el propio LaMarcus Aldridge se hayan visto involucrados en posibles traspasos. La idea de Paul-Kawhi-Popovich encaja como un guante. Pero hay más. En las últimas horas hemos conocido que Morey, ya renovado, va a hacer todo lo posible para que firme por los Rockets. Como en el caso de San Antonio, en Houston también necesitarán agilizar su salary cap para acogerle. No parece ese su principal problema, sino el cómo encajará con un Harden que se vería abocado a volver a jugar de 'dos' tras su exitosa reconversión a base. Aunque eso sí, vaya backcourt formarían. La tercera (o cuarta, según se mire) pata en discordia se encuentra en Denver. Los Nuggets tratarán de convencerle con su núcleo de jóvenes talentos en el que sobresale Nikola Jokic. Una apasionante apuesta de futuro, que puede que le llegue algo tarde a un Paul cuya obsesión no debe ser otra que el anillo.
Blake Griffin
El ala-pívot sale al mercado con un cártel más que atractivo aunque algo oscurecido por su historial de lesiones. Aunque su situación es distinta a la de CP3, los Clippers tratarán de convencerle con un máximo contrato de 175 millones y cinco años. 45 más que los 130 y cuatro cursos con la que el resto de franquicias tratarán de engatusarle. Con 28 años cumplidos en marzo, Griffin no tiene aún la prisa de Paul a la hora de recalar en un equipo que le asegura competir por el título ya mismo. Aunque varias de las novias que tiene podrían convertirse en contenders si las elige: Houston, Boston y Oklahoma City llamarán a su puerta con fuerza.
Los Rockets buscan dar un golpe de efecto. Lo acabamos de ver. Aunque no tiene la muñeca de Ryan Anderson, Griffin está más que capacitado para jugar en transición y campo abierto, seña de identidad de estos Rockets de D'Antoni. De juntarse con Westbrook en OKC, los Thunder experimentarían una mejora inmediata, aunque no sabemos hasta qué nivel. El dominio de los Warriors hace que el resto de equipos del Oeste pierdan interés, por lo que quizá un cambio de Conferencia no le siente mal. Precisamente en el Este aguardan unos Celtics obligados a mover ficha en el mercado tras volver (una vez más) a dejar escapar la bala del draft. Quién sabe, lo mismo esta tiene nombre y apellidos: Blake Griffin.