El 'próximo Porzingis' de la NBA ¿Quién es Lauri Markkanen?
Lauri Markkanen será top-10. Un siete pies de excelente muñeca que vino del frío y ha sido moldeado en las áridas tierras de Arizona.
“El mejor tirador de siete pies (2,13 metros) en la historia del baloncesto universitario”. Así titulaba el portal ‘SB Nation’ en enero de este año un artículo en el que presentaba al gigante finlandés Lauri Markkanen. Nacido en Finlandia en 1997 (hace poco más de tres semanas alcanzó la veintena), el pasado verano cambió los lagos, colinas y bosques de Escandinavia por el desierto de Arizona. Una sola temporada ha necesitado en los Wildcats para demostrar que podrá lograr el objetivo que su padre Pekka (antiguo jugador de la prestigiosa universidad de Kansas e internacional absoluto con el país nórdico) no consiguió: jugar en la NBA. Casi todas las predicciones del próximo draft le colocan en el Top.10. Gran manejo de balón para su tamaño, va bien al rebote, pero lo que realmente le ayudará a hacerse un nombre en la mejor Liga del planeta es su muñeca. Contar con un interior que permita abrir el campo y sea capaz de anotar por fuera se ha convertido en una norma no escrita del baloncesto moderno.
“El próximo Kristaps Porzingis”, así le define el analista de los Celtics Marc D’Amico. Quizá sea correr demasiado, aunque son muchas las horas de trabajo detrás de este diamante. Como tantos otros niños, Markkanen comenzó a jugar en la canasta del patio de su casa. Las pachangas entre su padre y sus dos hermanos mayores (Miika y Eero, también deportistas profesionales) era costumbre. Pero para el pequeño Lauri esto no era suficiente. Vivía obsesionado con mejorar su tiro. Tal y como se recoge en un artículo de ‘Sports Illustrated’, cuando tenía 10 o 11 años escribió un diario en el que apuntaba las horas al día que dedicaba a lanzar a canasta. Actividad en la que gastaba unas cuatro horas y media. Por supuesto diarias. Cuando regresaba a casa aún tenía tiempo para completar sus tareas escolares y salirse al jardín a seguir tirando. Una costumbre que mantenía sin importarle las gélidas temperaturas del exterior, las cuales podían llegar a marcar hasta 20 grados bajo cero: se abrigaba con un gorro de lana, un par de guantes y asunto arreglado. Esto hizo que Pekka y su madre (Riika, quien también llegó a ser jugadora profesional) establecieran una norma para proteger a su hijo de las inclemencias meteorológicas: no baloncesto entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana.
La pasión por el basket siempre estuvo muy presente en Lauri, quien también coqueteó de adolescente con otros deportes como el hockey hielo, el deporte nacional en Finlandia, y el fútbol. Finalmente, dadas sus excelentes condiciones físicas, se decantó por la canasta. Como su hermano Miika, retirado antes de lo deseado por las lesiones. Quien sí optó por el balompié fue su hermano Eero, seis años mayor. Un Eero que actualmente milita en el fútbol sueco, si bien hace un par de años una foto retocada por él mismo dio la vuelta al mundo. En el verano de 2014, se convirtió en el primer fichaje del Real Madrid Castilla en la primera experiencia de Zidane en los banquillos. Sin embargo, los problemas físicos no le permitieron gozar de continuidad (apenas disputó un total de 10 partidos en los que marcó dos goles) y a finales de agosto de 2015 el Madrid le dio de baja alegando su supuesto sobrepeso tras ganar 18 kilos en las vacaciones. Una noticia que Eero se tomó con humor subiendo la mencionada imagen en sus redes sociales. El delantero demostró que al menos sabe reírse de sí mismo.
Por lo demostrado hasta ahora, Lauri no adolece de la misma falta de sacrificio y esfuerzo, sino todo lo contrario. Creció fijándose en los movimientos de Kobe Bryant y Dwyane Wade cuando aún actuaba de escolta y alero antes de pegar el estirón que le ha llevado a los siete pies. Sus compañeros en Arizona le definen como a un tipo muy tranquilo al que le encanta hablar de baloncesto. Fanático de las zapatillas, al margen de la pelota naranja el cine se cuela entre sus grandes pasiones. Le gusta analizar la conducta de los actores, cuentan que imita estupendamente a Borat, el personaje interpretado por Sacha Baron Cohen en la película del mismo nombre. Así es Lauri Markkanen, el chaval que de pequeño exigía las mismas cantidades en su plato que sus hermanos cuatro y seis años mayores. Un talento que vino del frío y ha sido moldeado en las áridas tierras de Arizona.