Morales: "No reduciría la ACB, debe ser una liga potente"

¿Le ha dejado Jordi Villacampa un relevo envenenado por la deuda del club?

En absoluto. Es cierto que empezamos cada temporada con un saldo negativo de 500.000 euros, pero todo está bien encaminado.

¿Es el mayor reto de su vida?

No, ése fue irme de mi casa a 600 kilómetros con 14 años. El de ahora es un nuevo reto donde hay mucha piedra que picar para conseguir estabilidad: hacer apuestas estratégicas y no sólo tácticas; es decir, no pensar solo en el mañana sino hacia dónde queremos ir.

¿Ha dejado de ser empresario por ser presidente?

Sí. Tomé la decisión hablando primero con mi mujer, Marta. Ella es la verdadera empresaria, el 'cerebro' de los negocios. Le dije que me hacía ilusión y ella también aceptó ese reto de llevarlo todo sola. También hablé con personas de mi confianza que me dijeron: "Si tú vas, vamos contigo". Y aquí estamos.

¿Es una nueva vida profesional?

Ahora, mi vida profesional es ésta y la que he llevado hasta ahora seguirá sin mí. Mi esposa está perfectamente capacitada para llevar la empresa, como ya la llevaba antes de que yo me incorporara, cuando me retiré de jugar a baloncesto.

El Joventut es una SAD, ¿le valdrá su experiencia como empresario?

A nivel de gestión somos una PIME (Pequeña y Mediana Empresa) con un balance de cuatro millones de euros. Hay que gestionarla como tal: controlar el gasto absoluto y la venta, porque tenemos que vender.

¿Jugadores?

Básicamente vendemos patrocinio y asientos. Evidentemente, hay ingresos extras, que pueden ser por la venta de un jugador.

¿Se lo va a poner difícil a los compradores?

Los que quieran comprar mis jugadores que vengan a hablar conmigo. Eso la Penya lo ha hecho muy bien, le ha aguantado pulsos al Madrid y al Barça en el tanteo. Nosotros somos pobres, pero también un poco chulos. Sé que al final me los van a comprar, pero lucharé por ellos.

¿Va a crear un departamento comercial?

Ya lo hemos hecho. Damos las gracias a Divina Seguros por su patrocinio, vamos a intentar que esté mucho tiempo con nosotros y queremos que vea que tiene un retorno. Estamos encantados con todos lo que nos ayudan, pero tenemos que ir a todos los que aún no lo hacen para convencerlos de que lo hagan.

¿No es eso muy complicado?

Puede, pero cualquier gestor de una PIME le dirá que esto es el abc y no lo es inventar sopa de ajo. Es el día a día de todas las PIMES: vender para cobrar y poder pagar. Si ya no hay un segundo patrocinador no es porque lo hagamos muy mal. Si dicen que hay veinte de 400.000 euros y no somos capaces de captarlos es porque realmente no los hay. O sea que necesitaremos 400 de mil euros. Hay que salir a la calle y conseguirlos; luego, si solo conseguimos 200.000, entonces necesitaremos otros 400 de 500.

¿Es posible ganar títulos siendo un club vendedor?

Pongo el ejemplo de Vives. Hace una buena temporada con el primer equipo y tiene una buena oferta del Valencia. Ya sé que no podré tenerlo diez años, pero si imaginamos un equipo con él, Suárez, Abalde... ¿No sería posible que ese equipo, con un par de refuerzos del talento que no generamos y con Dimitrijevic a la sombra de Vives, estuviese peleando por entrar en el playoff? Eso es lo primero que tenemos que intentar.

¿Y cómo lo hará?

Si a un jugador le estoy dando uno y otro le da diez, no se quedará. Yo no lo haría. Pero si en vez de diez puedo llegar a 7,5 y le ofrezco más minutos, crecimiento... Cuando lo venda tres años después y consolidado en la Selección, eso me va a dar más dinero. Si van saliendo jugadores y los podemos retener, iremos creciendo en la filosofía de la Penya. El crecimiento deportivo no va a pasar por fichar mucho.

¿No le importan los títulos?

Me encantan, pero para mí el triunfo es ver a chavales de cantera jugando. Cuando veo a Mumbrú, Norel, Rudy ... Eso somos nosotros.

Recuperar la masa social, ¿es otro de sus objetivos?

Aquí tuvimos una gran masa social, especialmente cuando ganamos dos ligas seguidas y jugamos la Copa de Europa. Nosotros tenemos una masa social fiel a prueba de bombas. Tenemos un suelo de hormigón armado de 3.800-4000 socios del que no bajamos y esto está ahí. Por mal que haya estado el equipo, no baja. Este año hemos estado en posición de descenso durante bastantes tramos de la temporada y han venido para seguir apoyando al equipo incondicionalmente. No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos.

Ha fijado un presupuesto de cinco millones de euros la próxima temporada. ¿Cómo afronta con esto el tema deportivo?

El tema deportivo del club es el que menos me preocupa y sé que esto suena un poco fuerte, pero creo que nosotros, con los recursos que tenemos, lo hacemos bastante bien. Mi objetivo es que el director deportivo, que es Jordi Martí y que seguirá, tenga más recursos para poder aplicar la filosofía que antes he comentado.

¿Qué tal su relación con la ACB?

Soy prudente en el sentido de que, a pesar de que ya estaba en el club, los temas de la ACB los llevaba Villacampa. De momento quiero escuchar y analizar.

Pero tendrá alguna opinión.

No reduciría el número de equipos. Yo quiero que mis aficionados vean más partidos. Dicho esto, entiendo los condicionantes de los equipos que juegan competiciones europeas, no solo la Euroliga. Hay que buscar un punto de encuentro entre todos.

¿Será fácil?

No lo sé. Cada uno debe ceder en algo. La ACB es una buena Liga y no podemos cargárnosla. Es mi opinión personal. Como club pienso que es importante que la ACB siga siendo una liga potente y que es importante que haya equipos suficientes para mantenerla. Si tiene que haber playoff a tres, cinco, siete partidos... lo veremos. Es con diálogo cómo se arreglan los detalles.

¿Dónde puede estar la solución al problema?

En un punto de encuentro. Yo debo ser capaz de entender a los equipos con unas necesidades diferentes a las mías y ellos tienen que entenderme a mí. Nadie va a lograr el cien por cien de lo que pretende. Eso es pactar, lo otro es rendirse. Me gusta ser un tipo cordial y afable en el trato, ahora bien, cuando quieren tocar algo mío lo defiendo siempre. Eso lo tengo claro.