LeBron, en manos de Korver para mejorar sus tiros libres
El jugador de los Cleveland Cavaliers acabó la temporada regular con el peor porcentaje de su carrera. Siempre tuvo problemas y cambió regularmente su estilo.
LeBron James nunca ha sido un especialista desde la línea de tiros libres. En catorce temporadas en la NBA, promedia un 74%. Nunca ha superado el 78% y en este curso ha caído hasta el 67,4%, su peor porcentaje de siempre. "Me está matando", dijo en palabras recogidas por la ESPN antes de iniciar la postemporada. "Me está matando, sí, me está matando, me está matando. No puedo tener todo lo demás subiendo y dar un paso atrás en esto, pero estaré bien para los Playoffs. (...) Acabaré en torno al 80%".
Esta irregularidad se hace un poco más problemática cuando los duelos están en el alambre. No hace falta irse muy lejos para recordar los dos tiros libres que tuvo a diez segundos de acabarse el séptimo partido de las Finales y 89-92 en el marcador. Falló el primero y salvó el segundo, dejando aún aire a los Warriors. No mucho, pero si algo. Todo concluyó en felicidad para Ohio, pero ¿y si llega a errar ambos?
Durante la temporada regular lanzaba como indicábamos antes: pies parejos, poco descenso y tiro rápido.
En el primero de Playoffs frente a los Pacers, sus pies se escalonaban, se inclinaba algo más y esperaba un poco más tiempo antes de soltar la pelota.