Shane Larkin le amarga su 57 cumpleaños a Obradovic

El Baskonia consiguió una victoria de mucho mérito en el Ulker Arena ante un Zeljko Obradovic que no pudo celebrar su 57 cumpleaños con un triunfo. Los de Sito Alonso volvieron a controlar el desenfreno ofensivo de los turcos y sólo Bogdan Bogdanovic pudo marcar diferencias en anotación. Los alaveses suman su muesca número 14 y miran con optimismo al resto del calendario. Tienen que jugar contra CSKA, Brose, Panathinaikos, Galatasaray y Zalgiris.

El Fenerbahçe saltó a la cancha con las bajas de Udoh y Sloukas. En el equipo vitoriano no estuvieron ni Bargnani (en Vitoria) ni Laprovittola. Shengelia y Budinger, sin embargo, sí tuvieron una buena ración de minutos. El choque arrancó con una anotación pobre (7-4, min. 6). Un triple de Rafa Luz sobre la bocina colocó el marcador en un 18-19 al final del primer periodo.

Las cosas se igualaron en el segundo (empate a 30 en el ecuador del mismo) pero unos buenos 3 minutos finales permitieron al Baskonia irse al descanso 8 puntos arriba. “El final del segundo cuarto fue un desastre…”, comentó Obradovic al descanso con el rostro encendido. Fenerbahçe se comió varias puertas atrás que dejaron en evidencia su concentración defensiva. Los de Sito Alonso se marcharon a los vestuarios con magníficos porcentajes de tiro (58 % en lanzamientos de 2 y 46 % en triples).

Las cosas no variaron mucho tras el descanso (35-47, min. 22) con un juego basado en la intensidad atrás. Baskonia se bregaba ante un rival mucho más físico, con más presupuesto y, en el fondo, con más talento. Pero el único que sumaba era, en realidad, Bogdanovic. La entrada de Mahmutoglu permitió más versatilidad anotadora a los de Obradovic. Larkin y Bogdanovic entraron en un duelo de pistoleros que acabó ganando el serbio.

Ese dato es anecdótico ya que el partido lo ganó Baskonia, que se puso 60-70 a falta de 5 minutos para el final y supo dosificar y mantener sus diferencias. Fenerbahce se acercó a 1 (70-71) pero ahí emergió Beaubois con un triple y dos tiros libres que estiraron la goma definitivamente. Larkin fue la estrella pero todos sus compañeros le acompañaron, especialmente en defensa. El equipo tiene talento ofensivo y si se remanga atrás puede ganar a cualquiera y así quedó demostrado. Así lo entendieron, por ejemplo, Blazic y Luz que jugaron pocos minutos pero plenos de intensidad.