Rondo: "No sabrías nombrar tres jugadores de los Kings 2015-16"
El actual base de Chicago Bulls se defiende de sus críticos con una ataque directo al que fuera su equipo en la NBA la temporada pasada.
Rajon Rondo lleva varias temporadas deambulando sin mucho sentido por la NBA. Exactamente, desde la temporada 2013-14, cuando Boston Celtics traspasó a Kevin Garnett y Paul Pierce a Brooklyn Nets, y se erigió como líder natural de la franquicia de Massachusetts... y fracasó. El equipo se quedó fuera de Playoffs después de seis temporadas consecutivas y un anillo.
Y las crítica comenzaron. Más aún cuando a mitad de la campaña siguiente llegó a los Mavericks, donde chocó con Rick Carlisle. ¿Resultado? 46 partidos de Temporadas Regular más dos de Playoffs frente a Houston Rockets y adiós a Dallas camino a Sacramento.
En los Kings las cosas tampoco fueron una maravilla y sus números, a la vez magníficos y estériles, no sirvieron para que los californianos llegaran a la postemporada (décima temporada consecutiva fuera). Su liderato en asistencias (11,7) en la NBA le valió un contrato con los Bulls: dos años y 28 millones de dólares. Pero Rondo es Rondo y la volvió a liar en Chicago.
Primero tuvo un encontronazo con un asistente de Hoiberg y luego se quedó sin minutos en la rotación por su pobre rendimiento, convirtiéndose en carne de traspaso. Y los críticos se volvieron a lanzar al cuello. Pero el responde de la mejor (o única) forma que sabe hacer, atacando a los Kings y a sus antiguos compañeros. "El año pasado, y odio hablar del año pasado, no sabrías nombrar tres jugadores de mi equipo, de los Sacramento Kings, y fui el líder de la Liga en asistencias", comentó a David Aldridge (NBA.com). "Creo que sí (que mis virtudes tienen un valor), con la plantilla y los jugadores adecuados”.
El problema de esa declaraciones de suficiencia es que esta temporada, con dos de los grandes de la Liga como Jimmy Butler y Dwyane Wade a su lado, Rondo no ha mejorado ni un ápice y sus datos estadísticos son un infierno. Este es su peor curso en anotación desde su año de rookie (7,2 puntos por partido) y no pasaba tan poco a canasta (en global) desde la 2007-08 (7,0). Para colmo, nunca ha lanzado peor en su carrera con 36,7% en tiros de campo.