LOS ANGELES LAKERS

Resurge un histórico de la NBA: los ‘baby Lakers’ ilusionan

El equipo angelino llevaba tres años batiendo récords de derrotas. Desde el fondo y tras la retirada de Kobe, la franquicia es una de las sensaciones de este inicio de temporada.

Kelvin KuoUSA Today Sports

"El negocio familiar es ganar partidos de baloncesto y no lo estamos haciendo bien”. Lo dijo en verano Jeanie Buss, pareja sentimental de Phil Jackson y principal gestora junto a su hermano Jim de un negocio familiar llamado Los Angeles Lakers, al que su padre, el fallecido Jerry Buss, convirtió en metáfora de 
Hollywood y organización deportiva de referencia mundial. Pero en las tres últimas temporadas la debacle fue histórica: 65 victorias totales (27, 21 y 17), solo por detrás de los paupérrimos Sixers (47). Desde la llegada a Los Angeles (1960), los Lakers no habían bajado de 30 victorias. Son tres años sin playoffs después de solo dos ausencias en los 37 anteriores.

Las derrotas, al menos, valieron elecciones altas de draft, la base de los actuales baby Lakers que marchan 4-3 después de tres triunfos seguidos: la temporada pasada la cuarta victoria no llegó hasta el 25 de diciembre y con 21 derrotas en el zurrón. Es la primera vez que el equipo está por encima del 50% de victorias, si se descuenta la jornada inaugural de esta temporada, desde diciembre de 2013.

Revolución

Los Lakers han pasado de ser en la temporada 2015-16 el equipo menos anotador (97,3 puntos por partido) a promediar ahora 110,3, solo por detrás de los dos grandes aspirantes al título: 112,3 los Cavaliers y unos Warriors a los que los Lakers arrasaron 
(117-97) hace cinco días.

Al adiós de Kobe Bryant después de 20 años y el rechazo de las grandes estrellas que pasaban por el mercado, algo impensable años atrás, ha seguido una apuesta casi obligada por los jóvenes que ha revitalizado a la franquicia: veteranos como Luol Deng, José Manuel Calderón y Marce­linho Huertas ejercen apenas de mentores porque en pista mandan D’Angelo Russell (20 años), Julius Randle (21) y Jordan
 Clarkson (24)… y asoma Brandon Ingram (19), número 2 del último draft y llamado a ser, junto a Russell, santo y seña del futuro de la franquicia.

La otra figura clave es Luke Walton, el entrenador más joven (36 años) de la NBA y hasta junio ayudante de Steve Kerr en los deslumbrantes Warriors, cuya revolucionaria cultura deportiva quiere trasladar al sur de California. Ha comenzado con buen pie con ayuda de su pedigrí: es californiano, fue dos veces campeón con los Lakers de Kobe y Pau Gasol (2009 y 2010) y es hijo del mítico Bill Walton, que ganó anillos con los Blazers y el archienemigo Celtics. En dos semanas ha hecho que parezcan lejanos los tiempos de Byron Scott, histórico laker que como entrenador salió por la puerta de atrás.

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