Hace un ciclo olímpico, en aquel 2012, el entrenador azulgrana cambió el paso en el cuarto duelo al apostar por una defensa zonal durante muchísimos minutos. El lunes amagó con ella en el último periodo. Arma de último recurso para capear la inferioridad, aunque ya no sería una sorpresa. Bajar el ritmo, abortar las galopadas, elevar el listón físico y cortar la modélica circulación blanca es el reto culé. Porque el Madrid promedia 93,9 puntos en la final (91,4 en el playoff), la cifra más alta desde 1990. Y va a por el doblete Liga y Copa. Encadenaría dos seguidos por primera vez en 30 años (1985 y 1986). Para ello necesita un triunfo más, y no uno cualquiera. Sería su título número 33 en sesenta ediciones del campeonato de Liga, desde 1957.
Una final calcada a la de 2012
“Hace unos años vivimos esta misma situación y acabó siendo campeón el Barça”, dice Laso. No lo olvida. Fue en 2012. El Madrid tenía el primer partido ganado y lo volteó Marcelinho con un triple sobre la bocina. In extremis, como Perperoglou hace una semana. Luego el Real remontó y se puso 2-1 tras vencer por 27. La fiesta estaba preparada en el Palacio para el cuarto, todo a favor... Pero Mickeal y una zona forzaron el quinto en el Palau. Y no fallaron.
Sergio Llull: "Estamos listos para bajar al barro"
—¿Cómo está el equipo?
—Bien. Sabemos que ellos saldrán a muerte y que será otra guerra, pero hay que demostrarles desde el primer momento que queremos ganar esta Liga.
—Laso ha lanzado mensajes para cortar la euforia.
—Sí, porque todavía no hemos hecho nada. Como mal menor habrá quinto partido, pero queremos ganar ya en casa. El camino a seguir es salir concentrados y muy duros, que todo el mundo ande metido. Una de las claves es que estamos siendo muy generosos con el compañero, en el esfuerzo, en las ayudas defensivas... Taylor es el ejemplo. Ha tirado poco, pero ha hecho un trabajado tremendo apretando a los bases y al mejor jugador rival.
—¿La derrota de hace cuatro años en una final casi calcada a la actual les puede ayudar ahora?
—Sí, debería servirnos para no cometer el mismo error y para saber que aún no hemos hecho nada. Hay que ganar y cerrar la final. Hace cuatro años nos vencieron en el cuarto. No aprovechamos la oportunidad.
—¿Le sorprende que hayan metido más de 90 puntos en todos los partidos de la final a la mejor defensa ACB?
—Jugamos como equipo, moviendo muy bien el balón, sin egoísmos, y les estamos haciendo daño más por mérito nuestro que por demérito suyo. Intentamos imponer un ritmo alto, pero estaremos también preparados para bajar al barro y ganar un partido igualado o a pocos puntos.
—¿Cree que jugará Carroll?
—Conociendo a Jaycee seguro que intentará ayudar, aunque no sé cuánto podrá hacerlo.
Ayón decidirá su futuro cuando acabe la Liga y desde México
Ayón acaba contrato la próxima semana y aún no ha renovado con el Madrid, aunque puede hacerlo. “Más que de mi decisión, espero que la afición esté pendiente del partido, que es lo importante. Lo demás ya se verá cuando acabe la final y esté tres o cuatro días en mi casa descansando con mi familia. Decidiré con ellos”.