LeBron: historia viva de la NBA, seis finales consecutivas

Hace mucho tiempo que LeBron Raymone James camina de la mano de una compañera muy especial: la historia. Desde que puso un pie en la NBA en 2003, 'El Elegido' ha ido rompiendo cuantas barreras se encontraba a su paso, siempre con una única dirección, con un único deseo en la cabeza, con una única obsesión: llegar a ser el mejor jugador de todos los tiempos. La tarea, imposible para cualquier mortal, requiere un esfuerzo hercúleo para seguramente no llegar. Pero es ese mismo esfuerzo tantas veces insuficiente el que lleva a cualquiera que sea tan osado como para intentarlo directo al cielo baloncestístico.

El paso de LeBron por la NBA dejará una marca de hoja perenne en casi todas las categorías estadísticas. Imborrable, eterna. Y no solo en lo que se refiere a las estadísticas individuales (puntos, rebotes, asistencias, minutos, MVPs, All Stars...), sino también en las colectivas. James (dos anillos con los Heat) jugará en unos días sus séptimas finales, sextas consecutivas. Números solo al alcance de un puñado de extraterrestres a los que solo algunos tuvieron/tenemos la suerte de disfrutar. 50 años han pasado ya de aquellos Boston Celtics que dominaron más de una década: 10 finales consecutivas, 11 anillos en 13 años. Y desde entonces, nadie se había acercado tanto como el Rey. LeBron ya es el único no Celtic (junto a James Jones) que disputa seis finales seguidas en la historia de la NBA. Se dice pronto.

Además, James sigue subiendo escalones en los últimos 50 años de historia: sus siete finales de la Liga solo las superaron Kareem Abdul-Jabbar (10), Magic Johnson (9), Derek Fisher (8) y Michael Cooper (8). Kobe Bryant y Robert Horry también acumularon siete viajes a la eliminatoria decisiva.

En definitiva, LeBron nos puede caer mejor o peor, podemos dudar de sus rivales o de sus compañeros y podemos incluso abusar de la comparación Este-Oeste en los últimos años (muchos lo hacemos). Pero el '23' de los Cavs ya es y será siempre historia de la NBA.

Hay que añadir la victoria de ayer tanto al Rey como a los Cavs, pero se hacen una idea.