Este lunes, los Sixers anunciaban la contratación de Jerry Colangelo como presidente de operaciones y consejero de la franquicia. Una operación en la que la que el comisionado Adam Silver resultó "instrumental", según relata Brian Windhorst (ESPN), y que obedece a las presiones ejercidas por el resto de propietarios de los equipos de la Liga. Estos llevan más de un año buscando algún tipo de cambio en Philadelphia que mejore sus penosos resultados deportivos (lucen un 38-148 de balance desde el curso 2013-14), pero sobre todo, reduzca la hemorragia económica que el equipo está causando a la NBA.

Es esto último lo que, tal y como publica Windhorst, ha acabado con la paciencia del resto de los molestos dueños. Los Sixers se encuentran en uno de los considerados como mercados potencialmente fuertes, pero la realidad no hace honor a una de las franquicias con más historia de la competición. Cuando los de Brett Brown acuden como visitantes al resto de pabellones, estos registran entradas muy decepcionantes. Según 'Sports Illustrated', ocupan el 17º puesto en porcentaje de asistencia a domicilio pese a que los equipos rivales bajan por sistema el precio de los billetes para sus partidos. Una consecuencia que en el fondo se encuentra ligada al paupérrimo rendimiento deportivo. Es lo que tiene ser auténticos monarcas del tanking. El plan de Sam Hinkie está cada vez más cuestionado...

Un futuro con Colangelo

Así que para mandar un mensaje tranquilizador y de estabilidad al resto de colegas, Josh Harris apostó por el reputado manager de USA Basketaball, Jerry Colangelo, como consejero. En principio, este no pisará el trabajo de Hinkie como general manager: ha venido a decir que será este último quien tenga la última palabra. A su vez, también se da por hecha la renovación de Brett Brown como head coach. Y también ya hay voces que ven a Colangelo trabajando para reclutar a algunas de las superestrellas con las que trabaja en la selección estadounidense...