Todo era felicidad en Toronto hasta la pasada noche: los Raptors perdieron su tercer partido de la temporada (siguen líderes del Este: 13-3) ante los Mavericks y, lo que es mucho peor, perdieron a su principal estrella, DeMar DeRozan, por una lesión que a primera vista no pareció tan grave pero que podría dejarle fuera de la pistas por un tiempo que podría llegar a los tres meses.

Las pruebas médicas realizadas al jugador, campeón del mundo con EE UU en el pasado Mundial de España, han descubierto un desgarro en el tendón del músculo aductor largo de su cadera izquierda. Ahora todo depende de la gravedad del desgarro: si no necesita paso por el quirófano, DeRozan podría volver en unas 6 ó 7 semanas. Pero si finalmente tiene que operarse, el tiempo de baja podría llegar hasta esos temidos tres meses.

Lo que parece claro es que DeRozan no jugará más en este 2014 que para él ha sido de ensueño: All Star, integrante del Team USA y ya una realidad en una NBA en la que se está convirtiendo en uno de los mejores escoltas jóvenes. Esta temporada estaba promediando 19,4 puntos y 4,2 rebotes por partido.