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PAU ENTRA EN LA HISTORIA

Pau Gasol: "Es una marca como para sentirse orgulloso"

"Que lo haya hecho con el uniforme de los Bulls es algo por lo que el equipo debe dar gracias todos los días", se puede leer en la edición del 'Chicago Tribune' de este domingo.

Pau Gasol, lanza a canasta.
KAMIL KRZACZYNSKIEFE

Con la llegada de Pau Gasol, los Bulls hasta pueden dar descanso y mimar a Derrick Rose. El español ha recuperado su mejor nivel en Chicago, donde ejerce de líder cumpliendo con todo lo que se esperaba de él.

El sábado no hizo un buen partido en la derrota de los Bulls por 99-90 ante Indiana Pacers. Sólo anotó cuatro de sus 15 lanzamientos ante la siempre difícil defensa de Roy Hibbert.

Pese a todo, fue una noche especial: con una asistencia en el primer cuarto se unió a un elitista club de seis jugadores en lograr al menos 16.000 puntos, 8.000 rebotes, 3.000 asistencias y 1.500 tapones. Los otros cinco forman parte ya de la leyenda del baloncesto: Kareem Abdul-Jabbar, Hakeem Olajuwon, Shaquille O'Neal, Kevin Garnett y Tim Duncan.

"La verdad es que es una marca como para sentirse orgulloso. Lo estoy por todo lo que he conseguido hasta ahora como profesional", dijo el nuevo jugador de los Bulls.

"Que lo haya hecho con el uniforme de los Bulls es algo por lo que el equipo debe dar gracias todos los días", escribe el diario 'Chicago Tribune' en su edición de hoy.

"Me gusta cómo salió todo. Ha sido un gran incorporación. No se le puede pedir más", dice de él el entrenador, Tom Thibodeau, que al contar con el español teme menos dar descanso a Rose, la estrella del equipo y aún camino de la recuperación plena tras dos graves lesiones de rodilla por las que sólo disputó diez partidos en total las dos últimas temporadas. De momento, el astro ha jugado cinco de los diez encuentros de lo que va de campaña.

Ante su ausencia, Gasol sobresale. Es el líder de los Bulls en rebotes (10,6 de media) y tapones (2,5) y el segundo máximo anotador (18,6 puntos) detrás de Jimmy Butler. Números superiores a los de sus dos últimas temporadas en unos Lakers en descomposición, sobre todo la cifra de tapones, la mejor de momento de su carrera y reflejo de una dureza que a veces se pone en duda y de la exigencia de un equipo basado sobre todo en la defensa.

"Estoy emocionado, rejuvenecido, motivado", decía Gasol al comienzo de la temporada tras dejar atrás cuatro años de decepciones en Los Angeles.

Chicago se dio cuenta desde el primer día de lo que logró en pretemporada al convencer a Gasol, seducido por Kobe Bryant para que continuara con Los Angeles Lakers, por Gregg Popovich para que se uniera al sistema de los San Antonio Spurs y por Phil Jackson para que ayudara a renacer a los New York Knicks. Las llamadas telefónicas de Joakim Noah y de Rose fueron más persuasivas y el español al final firmó un contrato de tres años y 22,3 millones de dólares.

Con 34 años y en su decimocuarta temporada, Gasol añade experiencia y ese know-how de lo que supone ganar títulos tras los dos anillos logrados con los Lakers en 2009 y 2010. Por ello tutela al novato Nikola Mirotic, asume el mando anotador cuando Rose no está (e incluso cuando está) e invita a cenar a Taj Gibson para forjar lazos fuera de cancha.

"Todos los días viene, se cuida, estudia, prepara, se entrena duro y ejecuta lo hablado", lo elogia Thibodeau, admirador de la inteligencia del español. Es un líder cerebral. De lo emocional ya se encarga el enérgico Noah.

Con un balance de 7-3, los Bulls, favoritos en la Conferencia Este, buscan acelerar poco a poco. Por eso cuidan a Rose, que tiene las espaldas cubiertas por Gasol. "A veces se tiene buena suerte", dijo Thibodeau sobre el fichaje del español.