Nadie en la historia de las Finales ha remontado un 3-1 en contra

Tras tomar el American Airlines Arena de Miami, San Antonio ya roza con la yema de los dedos su quinto anillo. O eso es lo que dicen los libros estadísticos. La ventaja de 3 partidos ganados a 1 con la que cuenta sobre los Heat se antoja decisiva. De hecho, todos los precedentes son favorables para los texanos. Nunca en la historia de las Finales ningún equipo consiguió remontar este resultado adverso. De las 31 ocasiones en las que se llegó con este marcador tras la disputa del cuarto encuentro, sólo los Knicks en 1951 y los Lakers del 66 consiguieron forzar el séptimo encuentro para acabar muriendo en la orilla. De hecho, los números ponen el punto en que, lo más normal, es que la serie acabe decidiéndose en el quinto encuentro. Tal y como ha sucedido en el 58,06% de los casos (18/31).

Con todo esto, si los de Spoelstra quieren acabar celebrando el three-peat deberán hacer historia en mayúsculas. Ya lo avisó LeBron tras la debacle del cuarto encuentro: “Nos hemos puesto en un situación en la que sólo podemos hacer historia”. Ahora toca esperar y comprobar si esta heroica apelación se traduce en hechos en la madrugada del domingo al lunes (02:00, Canal +, Canal + Deportes y League Pass) o por el contrario se queda en eso, meras palabras. Para lograrlo deberán tomar como referencia a los ocho equipos que lograron pasar de eliminatoria en los playoffs tras arrancar 3-1 abajo, si bien es cierto que ninguna de estas épicas remontadas se produjo en la ronda final, la de la batalla por el anillo.

Curiosamente, las cuatro primeras ocasiones en las que un equipo consiguió ganar los tres últimos encuentros de la serie tras caer en tres de los cuatro primeros duelos se produjo en alguna final de Conferencia. La última vez en la que esto se produjo fue en 1981, cuando los Celtics obtuvieron el billete para las Finales tras recuperarse milagrosamente ante los Sixers. Desde entonces, este tipo de remontadas únicamente se han dado en semifinales de Conferencia y en primera ronda. Los últimos en protagonizar tal hazaña fueron los Suns de Mike D’Antoni en 2006, dejando en el camino a los Lakers de Kobe. Desde entonces, ningún equipo ha podido sobreponerse a un 3-1 en contra.

Dejando a un lado este breve repaso por los precedentes, los números que se están registrando a lo largo de las Finales ponen el acento en la gran superioridad mostrada por los hombres de Gregg Popovich, quienes se han convertido en el primer equipo de la historia en ganar dos partidos seguidos como visitante por una diferencia igual o superior a los 15 puntos. Si incluimos la victoria cosechada en el duelo que abrió la eliminatoria (110-95), los texanos so,n junto a los Celtics de 1960, los únicos equipos en lograr en unas mismas Finales tres triunfos por al menos 15 tantos. Una de las claves de este dominio la podemos encontrar en lo enchufados que están saliendo a la cancha durante los primeros cuartos. Los Spurs se han impuesto en cada uno de los cuatro ya celebrados, logrando una diferencia global de +38. Estos grandes inicios se traducen en un abrumador dominio del marcador durante el resto de los periodos: de los 192 minutos disputados hasta el momento, San Antonio mandó en 150, por tan solo 28 de los de Florida.

Como cabe esperar, estas abultadas diferencias en anotación traen consigo un nivel de acierto grandilocuente en el lanzamiento. Desde que se instaló el reloj de posesión, ningún equipo había superado el 55% en tiros de campo en tres encuentros de unas mismas Finales hasta que este año lo han logrado los Duncan, Leonard, Parker, Diaw y compañía. De seguir así, podrían establecer el récord total en unas Finales en este apartado estadístico. Hasta ahora es propiedad de los Pistons del 89 y los Bulls del 91 con un 52,7%. Por el momento, los Spurs presentan un 54,2%. Hagan sus apuestas.