Olympiacos-Real Madrid, el cansancio entra en juego

Después de tres batallas a cara de perro (2-1), las cartas están en el tapete y boca arriba. Como factor clave se añade la fatiga: el cuarto duelo en nueve días. El Madrid llega hasta aquí con un trote mayor —la ACB exige más y no ha fichado para suplir a los lesionados—, pero también más acostumbrado a estos retos tan duros cada 48 horas. Lo vimos el lunes, cuando el Olympiacos se desplomó al final. No le iban ni las piernas ni la cabeza.

Los de Laso fallaron en el cuerpo a cuerpo ante un Dunston­ soberbio (MVP de la jornada) y aun así casi se llevan el triunfo. Hoy (20:45, C+D, a la vez que el Madrid-Bayern), el equipo griego repetirá receta: intensidad extrema, hasta donde los árbitros pongan el listón en un Palacio de la Paz y la Amistad abarrotado. Las entradas se agotaron en un suspiro. En la grada no hay bengalas, pero sí petardos y humo. La prohibición de fumar no se respeta. Cancha casi maldita para el Madrid: once derrotas en doce encuentros ante los rojos.

Los Rudy, Sergio y Llull se imponen en el perímetro (Perperoglou, posible baja) y el Olympiacos domina bajo el aro. Mirotic debe aparecer y Bourousis sobreponerse a jugar en casa. “Nos gusta la presión, somos campeones”, dice Spanoulis. “Si mostramos la energía del final, les pondremos en problemas”, responde Rudy. La Final Four espera y Carroll está de vuelta tras diez semanas KO.