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PACERS-HAWKS

El enemigo de los Pacers no es Atlanta: son ellos mismos

Indiana parte como claro favorito pese a que su horrible final de temporada crea dudas. Millsap sostiene a unos Hawks que se clasificaron con un récord de 38-44.

George machaca sobre Carroll, Antic y Millsap.

Extraña eliminatoria a la que nadie llega satisfecho. Indiana consiguió aferrarse al primer puesto del Este y lograr la ansiada ventaja de campo en una teórica Final de Conferencia contra Miami, pero su desplome desde principios de marzo (10 victorias y 13 derrotas para acabar) le llena de dudas. En cuanto a Atlanta, clasificarse para playoffs no era necesariamente lo mejor. La lesión de Horford acabó con su sueño de ser terceros del Este y, al menos, pasar una ronda, pero ni siquiera fueron capaces de perder lo suficiente como para quedarse fuera y aspirar a una elección en el Top-10 de un draft muy fuerte. Son las cosas de las Hawks, tan pegados a la mediocridad que ni siquiera son capaces de tankear en condiciones. Un año más, y van siete seguidos, llega a la postemporada sin tan siquiera soñar con llegar lejos.

Los Quintetos

Indiana Pacers (1º del Este): George Hill, Lance Stephenson, Paul George, David West y Roy Hibbert. Atlanta Hawks (8º del Este): Jeff Teague, Kyle Korver, DeMarre Carroll, Paul Millsap y Pero Antic.

Las estrellas

PAUL GEORGE: El George de antes del All Star aspiraba al trono de mejor de los humanos, es decir el tercero de la NBA tras LeBron y Durant. El de después… Eso ya es otra historia. Su tiro, sobre todo de tres, dejó de entrar y con los fallos se evaporó la confianza. Es muy joven 23 años, y estos altibajos son razonables, pero cuando está inspirado es fabuloso, determinante en defensa y en ataque, capaz de tirar, penetrar y pasar. Ahora las dudas están en su mentalidad, su madurez, su capacidad de liderazgo. Si responde, Indiana puede ganar el anillo. Si no, se le puede atragantar cualquier rival. PAUL MILLSAP: En una de las maniobras del verano, Atlanta dejó ir, disimulando la risa tonta, a Josh Smith y le sustituyó por el infravalorado Paul Millsap. Mucho más barato y mucho mejor. Mientras Smith martirizaba con sus piedras de siete metros a Detroit, su sustituto mantenía a flote a los Hawks tras la lesión de Al Horford, rodeado de especialistas y jornaleros. Pese a su físico engañoso, no muy alto y con pinta de que le sobre algún kilo, es capaz de anotar dentro y fuera, rebotear como los mejores y defender a alto nivel. En su primer año en el equipo logró lo que su antecesor aún no ha conseguido: ir al All Star.

Todo en la serie pasa por los Pacers. La clave es saber si esa victoria decisiva para atar el liderato contra Oklahoma City fue el principio del despertar o sólo una anécdota. Siguen siendo la mejor defensa de la NBA, pero el ataque se ha desplomado desde el All-Star. Hill ha perdido la confianza, Hibbert ha promediado menos de un 30% de acierto en tiros en sus últimos 13 partidos y el Paul George que parecía preparado para ser la próxima gran superestrella se ha ido deshinchando. El traspaso para conseguir a Evan Turner parecía el paso adelante definitivo y ha acabado siendo dos pasos atrás. Entró Turner y se fue Granger, el líder del vestuario. Desde entonces la química desapareció: Hibbert y George enredados en asuntos sentisexuales, Hill y Stephenson peleándose en los tiempos muertos… Alguien debe poner orden ahí. Y pronto. 

Porque Atlanta es un equipo limitado, pero uno que mezcla muy mal con lo que le gusta hacer a Indiana. Con una pareja interior como Antic y Millsap, pequeña y que sale al triple con frecuencia, Hibbert pierde gran parte de su utilidad defensiva: le cuesta salir y su imponente presencia bajo el aro cuenta menos. Si fuera un jugador más agresivo, su 2,18 debería causar estragos en ataque, pero en los cuatro enfrentamientos entre ambos de temporada regular (2-2) no lo ha hecho y ha promediado unos míseros 5 puntos y 22 minutos de juego. Si los Pacers despiertan y se deja de niñerías, no deberían tener problemas. Pero si siguen olvidando lo que les ha hecho grandes, el bloque, pueden llevarse un susto. No hace ni dos semanas que Atlanta ganó en Indianápolis 88-107 tras empezar con un humillante 15-45. En condiciones normales, no se repetirá

ACTUACIONES EN PLAYOFFS

 Indiana Pacers: Un clásico en los playoffs, a los que sólo ha faltado cinco veces desde 1990. Sin embargo, nunca han logrado el título que sí consiguieron en la ABA antes de incorporarse en1976 ala NBA. Su mejor resultado fueron las Finales de 200, cuando cayeron 4-2 ante los Lakers de Shaquill y Kobe. El actual bloque ha ido creciendo año a año: primera ronda en 2011, segunda en 2012 y finalistas de Conferencia la temporada pasada, cuando cayeron en el séptimo partido ante Miami.

Atlanta Hawks: Su único anillo se remonta a 1958, cuando aún jugaban en St. Louis con Bob Pettit al frente. Desde que llegaron a Atlanta en 1968 han garantizado dos cosas: competitividad y un techo bajo. En 29 presencias en los playoffs, jamás han pasado de segunda ronda. No parece que este vaya a ser el año en que eso cambie.

PRONÓSTICO: Indiana 4 - Atlanta 1