INFORME
Los Grizzlies de Marc llegan en plena forma a los playoffs
Los de Tennesse son el tercer mejor equipo de 2014 gracias a la defensa, su auténtica seña de identidad. Son el tercer equipo que menos puntos recibe (94,4).
Los Grizzlies han conseguido asegurar esta madrugada la clasificación para los playoffs por cuarta temporada consecutiva. A simple vista es lo mínimo que se debería esperar de un actual subcampeón de Conferencia como es Memphis.
No obstante, un mal inicio de temporada (acabaron el 2013 luciendo un desalentador récord de 13 victorias y 17 derrotas) en el aguerrido y competitivo Oeste se puede acabar pagando. Si a esto añadimos la lesión de uno de los pilares sobre los que se sustenta su juego, Marc Gasol (nombrado Mejor Defensor del curso anterior), por un esguince en la rodilla izquierda que le tuvo de baja desde finales de noviembre a mediados de enero y la apuesta por un entrenador debutante como es David Joerger; uno encuentra motivos para justificar la más que aparente debacle en la que se iba a convertir la temporada de la franquicia de la ciudad de Elvis Presley.
Pese a ello, los Grizzlies siguieron creyendo en sus posibilidades y no se dejaron llevar por la tentación de optar por el tanking de cara a contar con una elección elevada en el próximo draft, uno de los más esperados de la historia de la NBA con jugadores como Andrew Wiggins, Joel Embiid, Marcus Smart o Dante Exum ya inscritos en él.
Zach Randolph y Mike Conley, los otros dos jugadores claves del equipo, dieron un paso al frente con la llegada del nuevo año. Dos semanas después Marc se incorporó al roster. La alegría regresaba al grupo gracias a la recuperación de su seña fundamental: la defensa. Hasta el 31 de diciembre de 2013, Memphis había encajado una media de 97,2 puntos por noche. Una cifra aceptable pero insuficiente para un equipo que el año anterior dejó a sus rivales por debajo de los 90 puntos (89,3).
Con la llegada del 2014 volvieron a ser ese equipo que agota al oponente con una intensidad, ayudas e intimidación que apenas te concede una tregua en ataque. Desde el 1 de enero los Grizzlies han realizado la segunda mejor defensa de toda la Liga permitiendo 92,8 tantos por encuentro. Solo los Bulls de Thibodeau (91,2) les han superado en este periodo. En el global de la temporada ocupan el último peldaño del podio (94,4), por detrás de Indiana (92,4) y Chicago (91,8).
Una vez recuperada la intensidad en su propio aro que les permitió hacer historia hace doce meses, las victorias debían comenzar a sucederse. Dicho y hecho. Pese a que en el mejor de los casos solo pueden acabar séptimos del Oeste (siempre y cuando se impongan a los Mavericks en la última jornada de la Liga Regular), los de Joerger están en disposición de repetir su brillante actuación en los pasados playoffs.
Otra campaña más acuden con la condición de tapado de cara a las eliminatorias por el título. Únicamente Spurs (37-12) y Clippers (35-12), dos de los cinco grandes favoritos al anillo junto a Thunder, Heat y Pacers, han sido mejores que los Grizzlies en este 2014, en el que lucen un balance de 36-15, idéntico al firmado por los Bulls.
En esta metamorfosis se ha visto como un acierto el movimiento realizado a los poco más de dos meses de competición. Enviaron al escolta Jerryd Bayless a Boston a cambio de Courtney Lee. El escolta se ha hecho con un hueco en el quinteto desde su llegada logrando una media de 11 puntos con unos decentes porcentajes (48%). Por su parte, el base griego Nick Calathes ha sabido cumplir su rol dando minutos de descanso a Conley y tomando el relevo con iniciativa cuando el estadounidense estuvo ausente varios partidos por lesión.
Con todo ello, y pese al estado de euforia que desde hace unas horas impera en Memphis, los Grizzlies deben mantener la calma y rebajar la euforia. El acabar entre las dos últimas posiciones del Oeste te hace tener que medirte ante Spurs o Thunder. Ante San Antonio han perdido los cuatro partidos que han jugado esta temporada, cuatro más si compatibilizamos el swept (barrido) que sufrieron en las Finales de Conferencia de hace un año.
Por su parte, ante Durant, Ibaka, Westbrook y compañía solo han podido ganar un partido de cuatro, si bien es cierto que ya la temporada pasada les apearon, sin Westbrook, en semifinales por un claro 4-1. Igual que ya hicieron con los pupilos de Popovich en el curso 2010/2011.
Los texanos llegaban con el mejor récord del Oeste y en primera ronda se midieron con Memphis, octavo, para acabar diciendo adiós por 4-2. Si hay alguna conclusión es que las dos potencias van a tener que sudar sangre para apear a unos Grizzlies que llegan a la postemporada en su mejor momento. Quien avisa no es traidor.