La Final Four reunirá a 80.000 espectadores en Arlington

El March Madness, ese torneo loco que paraliza a EE UU durante casi un mes, llega a su fin. De los 64 equipos que a mediados de marzo soñaban con alcanzar esta Final Four, sólo cuatro lo han conseguido: Connecticut, Florida, Kentucky y Wisconsin. El título que se decidirá el lunes en el AT&T de Arlington, la casa de los Dallas Cowboys, reunirá a 80.000 gargantas en sus gradas (el récord es de 2003, en un partido en Detroit con 78.129). Por eso, en la localidad texana se frotan las manos. Un ejemplo: un restaurante de comida rápida tiene previsto servir el lunes 500 kilos de pollo, 250 de salchichas y 500 costillares. Harán su agosto en el mes de abril.

Es difícil llamar cenicientas a Kentucky y Connecticut, a pesar de que ambas habían sido elegidas en los puestos octavo y séptimo, respectivamente, de sus conferencias. UConn ha ganado a Villanova, (número 2), a Iowa State (3) y a Michigan State (4) y Napier, con 23,2 puntos y 6 rebotes, es el MVP del torneo hasta ahora.

La única favorita que sigue con vida es Florida, el equipo más atlético y con mejor transición de defensa a ataque de los cuatro. Los Gators no pierden desde el 2 de diciembre y precisamente fue ante Connecticut, su rival esta noche. Desde entonces han ganado 30 encuentros. Casi nada.

Y de forma inesperada aparece Kentucky. Esta universidad ganó en 2012 su último título, cuando los cinco titulares de Calipari estaban aún en el colegio estudiando ciencias y literatura. Hoy se han convertido en hombres —de 18 años— incluido Julius Randle,­ que promedia 16 puntos y 12 rebotes y que, con su cuerpo de NBA y sus 2,07, será elegido en un puesto muy alto en el próximo draft. Wisconsin, la escuela donde estudió el vicepresidente Dick Cheney, se conforma con tener fama de jugar aburrido y de que su baloncesto no entusiasma a nadie. Pero ahí está.