Manolete

El Mónaco fue un rival amigo y hasta Falcao supo responder al homenaje de la grada lanzando un penalti fuera que hubiese metido el miedo en el cuerpo a los de Simeone

Una pena que el centro del campo cholista jugara más pensando en tapar agujeros que en buscar espacios para Griezmann.

Este es un partido para que Griezmann demuestre eso que quiere ser: el Balón de Oro. La votación está cerrada, pero mañana todos los ojos mirarán al Metropolitano.