Se las tuvo con Kaba, mantuvo orden en la defensa y dejó notar su jerarquía en todo.
Esto mejora nuestro aspecto en la tabla, pero lo principal es la idea de que hay equipo.
El CSD, o lo que es lo mismo, el Gobierno, y el TAD han sido ceros a la izquierda en esta historia.
Los dos nuevos extremos estuvieron formidables y salieron a gol cada uno.
Nunca en un Mundial hemos visto a un árbitro equivocarse contra el equipo de casa.
Pero vuelve entre recelos y favorecido por el mal arranque del equipo, que ha sufrido por los centrales.
Tras el sorteo cada uno habla de la feria según le fue en ella. Y según sus aspiraciones.
La idea que se trata de difundir es que aquello no molestó a la jugadora, que lo habría encajado como una anécdota amistosa.
Si le debe tanta lealtad, lo elegante es que se vaya por su pie, no que envíe mensajes a la UEFA.
La rueda ha empezado a moverse cuando la FIFA ya ha tirado ese penalti por nosotros.
La semana de Rubiales me ha recordado un lejanísimo y precioso artículo de Martín Prieto en El País titulado ‘El pato patagónico’, dedicado a no recuerdo qué político argentino.
El Celta, que celebraba su centenario, mereció más.
Confiaba en reconducir la situación en una asamblea a la búlgara en la que teatralizar su arrepentimiento.
Bien podría actuar la Fiscalía, a la que van llegando denuncias.
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