CORONAVIRUS

Desvelan una de las secuelas más frecuentes de la COVID

Los trastornos del sueño se han convertido en un síntoma muy común de la COVID persistente, afectando a un 40% de los pacientes que sufren estos efectos del coronavirus.

Pablo Blazquez DominguezGetty

La pandemia del coronavirus ha afectado en España a, aproximadamente, un cuarto de la población, después de producirse más de 12,5 millones de contagios desde el inicio de la emergencia sanitaria, hace ya cerca de dos años y medio. Durante este tiempo, la gravedad de los casos se ha ido reduciendo, a la vez que se desarrollaban diversas vacunas y tratamientos contra la COVID.

Pero no a todo el mundo de afecta de forma similar, independientemente del momento en que se produzca el contagio. Y por otro lado, miles de personas en todo el mundo padecen lo que se conoce como COVID persistente, que puede afectar a cerca del 10% de las personas que se contagiaron. Una dolencia que, según la revista científica The Lancet, hace referencia a los síntomas que tienen las personas con antecedentes de infección por COVID. Ocurren de forma habitual meses después del contagio, y duran al menos dos meses.

Son varios los síntomas que se han descrito dentro de esta versión de la enfermedades que afecta a largo plazo, como el cansancio, dolor muscular, malestar general, fiebre, tos, sensación de falta de aire o mareos. Pero también hay uno que padece el 40% de los pacientes y afecta al descanso: los trastornos del sueño.

Crece el insomnio

Este trastorno del sueño, según un estudio de la Clínica Cleveland, afecta al 40% de los pacientes con COVID persistente. Los datos analizados muestran, también, que los pacientes con trastornos de moderados a graves tenían índices de masa corporal más altos, además de un peor trastorno de ansiedad general. En el mismo, se estudiaron los datos de 962 pacientes entre febrero de 2021 y abril de 2022.

Los datos arrojados son los siguientes: más de dos tercios (67,2%) de los pacientes informó de una fatiga moderada, mientras que el 21,8% señaló una fatiga grave. Por otro lado, cerca de la mitad (41,3%) informó de alteraciones moderadas de sueño, por un 8% que las reportó como graves. “Las dificultades del sueño son síntomas prevalentes y debilitantes reportados en pacientes con Covid-19 persistente”, asegura Cinthya Pena Orbea, una de las autoras del estudio.

Con la llegada de la pandemia, los casos de insomnio y sueños desagradables “se han disparado”, según aseguran las coordinadoras de la Unidad de Trastornos del Sueño y Ventilación del Hospital Valdecilla, Mónica González y Marian Martínez.

La creciente incertidumbre respecto al futuro, junto con el miedo a la enfermedad o la posibilidad de fallecer por la COVID (propia o de familiares), “ha generado un estrés tremendo”, que afecta a la calidad del sueño. “Se han disparado las cifras de insomnio y la presencia de sueños bizarros, de contenido angustioso, entre la población general y entre los profesionales sanitarios que han estado trabajando en primera línea y manejándose con dilemas éticos importantes”, explican.

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