'Al Filo' vence al Polo Sur tras 4.500 km sin ayudas

Polideportivo | Expedición polar

'Al Filo' vence al Polo Sur tras 4.500 km sin ayudas

'Al Filo' vence al Polo Sur tras 4.500 km sin ayudas

tierraspolares

Ramón Larramendi, Juanma Viu e Ignacio Oficialdegui pusieron el jueves fin a la aventura de su vida. Han superado la prueba de enfrentarse a la región más inhóspita de la tierra, donde no han encontrado vida más allá de la suya propia. La Antártida, un territorio salvaje, se rindió.

Ramón Larramendi, Juanma Viu e Ignacio Oficialdegui entraron el jueves a última hora de la tarde en la Historia de las expediciones polares. Y ayer pudieron contarlo, ya a salvo, desde el carguero ruso Akademik Fedorov que les traerá a casa. Los tres españoles, enrolados en un nuevo reto del programa de TVE Al Filo de lo Imposible, consiguieron atravesar 4.500 kilómetros en la Antártida, con absoluta autonomía, sin medios mecánicos que les auxiliaran ni avituallamiento desde el aire. Eso quiere decir que han culminado la travesía polar más larga sin medios mecánicos. "Lo hemos conseguido, es fabuloso. Estoy en la cubierta del barco ruso, acabamos de aterrizar (les recogió un helicóptero) y estoy rodeado de un mar de icebergs", fue la primera impresión de Ramón a tierraspolares.es, uno de los escaladores de Al Filo al que le vino a la mente la idea de esta travesía durante otra por el Polo Norte.

La expedición, que se adentró en la zona occidental de la Antártida, en una región tan inhóspita que fue bautizada como el Polo Sur de la Inaccesibilidad, también batió otra marca. El legendario explorador polar Borg Ousland avanzó con esquís y cometas 2.800 km en 64 días. El equipo de Al Filo ha utilizado 63 jornadas en recorrer 4.500 km, por lo que se convierten en protagonistas de la travesía polar más rápida realizada hasta la fecha. Aunque ante el reto de enfrentarse a una experiencia límite, las cifras suenan vacías.

Para avanzar sobre el hielo, Larramendi diseñó un catamarán polar en el que ha convivido con Viu (piloto de Iberia) y Oficialdegui (experto en vientos y acción eólica). Este ingenio "que combina la tradición esquimal con los materiales más modernos" pudo arrastrar cargas de 900 kilos de peso, ya que al no disponer de avituallamiento tuvieron que llevar consigo víveres para más de dos meses.

Eso sí, no pudieron rematar su proeza con los 5.000 km que se habían propuesto porque la falta de colaboración de las autoridades francesas e italianas, que en un medio tan hostil no quisieron colaborar con los españoles en una base, truncaron la idea de rematar la expedición con esa cifra redonda y se acabó antes. Además, en esos 500 km que no pudieron recorrer pensaban recoger valiosas muestras de nieve de una región casi desconocida que posteriormente enviarían al Instituto Glaciológico de Grenoble, el más importante del mundo. "No fue correcto lo que hicieron, aún no lo entiendo", rememoró ayer Larramendi, recordando que la expedición tenía también un componente científico para estudiar el cambio climático.

Ahora, el Akademik Fedorov les dejarán en tierra el 8 de febrero. No es cómodo, pero sí más calentito. Allí repasan ya los tres la aventura de su vida.