Europa vive días difíciles por culpa de los rebrotes. Tras pasar lo peor de la pandemia los meses pasados, en las últimas semanas el número de contagios vuelve a crecer en los países de la Unión Europea. Más de mil casos diarios hacen temblar las fronteras de estos países, con el consiguiente efecto que tendría para la economía.

España es uno de los países más castigados por estas restricciones de movilidad internacional. Primero fueron Francia, Bélgica y Noruega las que desaconsejaban volar a algunas zonas del país por la evolución epidemiológica del momento. Ese mismo día, un 25 de julio, Reino Unido anunciaba la decisión de imponer cuarentena a los viajeros procedentes de nuestro país.

Pero la cosa no quedó ahí, sino que fue a más: Alemania ha decretado a España como "zona de riesgo" en todo el territorio salvo Canarias, que por el momento queda fuera, mientras que Bélgica establece zonas naranjas y rojas según el nivel de incidencia. Mientras, Países Bajos recomienda no viajar a Madrid, Baleares, Burgos, Salamanca, Almería y Navarra.

En Europa se suceden las medidas

La imagen se repite en varios países del territorio europeo, sin ir más lejos con la cuarentena aplicada por Reino Unido a los viajes de Francia, una medida que ha provocado que miles de turistas británicos adelantaran la vuelta de sus vacaciones para evitar una medida que entró con efecto casi inmediato.

Francia ya ha expresado su malestar con esta decisión, y anuncia medidas "rápidamente y de reciprocidad" para el Reino Unido. Unas medidas que ya se están estudiando, según el Ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian. En el momento del anuncio de esta medida había cerca de 160.000 británicos en Francia.

El temor a una segunda ola hace que más países piensen en tomar medidas, especialmente relacionadas con el sector del turismo. Bélgica ya se plantea seguir la acción de Reino Unido, pese a que ya recomienda cuarentena para los llegados de determinadas zonas de Francia.

Alemania, por su parte, recuerda a los suyos extremar las precauciones en caso de pasar sus vacaciones en España. "No es una prohibición, sino una advertencia", señala el ministro de Sanidad, Jens Spahn. Estos deberán pasar una cuarentena de 14 días tras regresar de España.

También Italia monitoriza, desde al pasado 13 de agosto los vuelos llegados de España, Malta, Grecia y Croacia. En los últimos días han experimentado un aumento en la cifra de casos confirmados, muchos de ellos asociados, según las autoridades del país, al turismo exterior.

Bruselas pide prudencia

Mientras, la Comisión Europea intenta que no los países de la Unión Europea no llegan a estos extremos, con el fin de no producir un desplome de la economía. El pasado 7 de agosto el Ejecutivo comunitario envío una carta a los países, un documento adelantado por Associated Press y al que El País tuvo acceso.

"Debemos asegurarnos de que la UE está lista para los rebrotes, pero al mismo tiempo evitar una segunda oleada de acciones descoordinadas en las fronteras internas", destaca la misiva europea. Un escenario en el que temen que se revivan los peores momentos de la pandemia en Europa.

En la misma, hacen un llamamiento a "evitar" las restricciones ineficaces y de controles fronterizos, al tiempo que indican que la respuesta debe ser "coordinada y basada en evidencias científicas". Unas palabras firmadas por la directora General de Justicia, Salla Saastamoinen, y la directora de Interior, Monique Pariat.

Finalmente, se pone de manifiesto que estas decisiones no deben ser unilaterales, informando antes al país afectado. Además, advierte sobre el hecho de centralizar las decisiones en todo un país cuando los focos están en regiones concretas. Y respecto a la incidencia de los últimos 14 días en cada país, asegura que no es el único marcador a tener en cuenta, sino que además influyen "el número de test y la tasa de positividad".