Las más increíbles anécdotas de Jorge 'Mágico' González

El inigualable 'Mágico' González. El mejor futbolista salvadoreño de la historia es citado, a menudo, como uno de los más grandes talentos que haya brindado el balompié. Con una visión periférica, un toque excelso y una habilidad surrealista, era capaz de sentar rivales con un amago y de pisar la pelota como quien amasa un trozo de plastilina. Encandiló a El Salvador, al que llevó a su última Copa del Mundo en 1982; brilló en Cádiz, interesó al Barcelona, se ganó el reconocimiento de Cruyff y Maradona, y jamás dejó de ser sí mismo.

Se entregó a la noche, a sus placeres, pero jamás se traicionó. Para el 'Mágico', lo más importante era vivir y disfrutar. Sin presiones. "Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y que puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego para divertirme", es la frase, dicha por él, que resume a cabalidad su personalidad. Por supuesto, las anécdotas del 'Mágico', dicharachero, informal, folclórico; "un personaje" en toda la extensión de la palabra, pululan. Y aunque muchas sean mito general y formen parte ya del folclor gaditano y no haya prueba fehaciente de que ocurrieron, son parte inalienable de su leyenda.

Sin zapatos

Citado por el diario El Confidencial, Rovira, exmasajista del Cádiz, contó que un día, al llegar a entrenar al Estadio Ramón Carranza, vio a González caminar sin zapatos. "¿Y eso, Mágico? ¿Te olvidaste de las zapatillas?", le preguntó. Él respondió: 'No, que venía un chaval que no tenía zapatos y yo le di mis zapatillas'".

Que nadie lo despierte

Pepe Mejías, excompañero de González, ha compartido en diversas ocasiones esta historia. En un día de partido, el salvadoreño no volvió de la hora de la siesta para reportarse con el equipo para la hora de la comida antes de subirse al bus con rumbo al estadio. Mejías subió a su cuarto a buscarlo. "'Déjame dormir, no voy a comer, despiértame a la hora del partido", le espetó 'El Mágico'.

Que nadie lo despierte (II)

Héctor 'Bambino' Veira, entrenador argentino campeón de la Copa Libertadores en 1986 con River Plate, dirigió al Cádiz en la temporada 90-91, la última en la que 'El Mágico' estuvo con el club andaluz. En una aparición en la televisión argentina para el programa 'Buenos Muchachos', contó que llegaba hora y media tarde a los entrenamientos, por lo que intentó un método para despertarlo para que llegar a tiempo: una mañana, le llevó una 'banda de flamenco' para que hiciera tanto ruido como fuera posible fuera de su casa. González se despertó, pero "solo porque me gusta la música", sentenció, según Veira. 

Revulsivo

Para disputar un trofeo Ramón Carranza (en verano), 'El Mágico' llegó tarde a la concentración después de una noche de farra; se había quedado dormido. El entrenador serbio Dragoljub Milošević lo castigó al relegarlo al banquillo. Al medio tiempo, el Cádiz perdía 3-0, por lo que el técnico lo metió al partido en la segunda mitad. El cuscatleco resolvió a favor de los gaditanos, al marcar dos goles y brindar dos asistencias para el marcador final: 4-3.

Prioridades

Cuando Diego Maradona salió del Barcelona con rumbo a Nápoles, el primer candidato para sustituirlo fue 'El Mágico'. Cuando los emisores del club estaban en el hotel en el que se hospedó el salvadoreño, la alarma de incendio se activó y el edificio debió ser evacuado. Todos salieron, menos una persona: claro, 'El Mágico', quien se quedó en su habitación, pues se encontraba con una mujer. Cuenta el mito que esa fue la razón que convenció al Barcelona de no contratarlo.