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¿Por qué a Holanda le dicen ‘La Naranja Mecánica’?

Te presentamos el origen del apodo de una de las Selecciones que revolucionó el fútbol en la década de los años 70’s, comandados por Johan Cruyff

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Te presentamos el origen del apodo de una de las Selecciones que revolucionó el fútbol en la década de los años 70’s, comandados por Johan Cruyff
Getty Images

Mundial de Alemania 1974. La Holanda dirigida Rinus Michels se convirtió en uno de los combinados internacionales más laureados en la historia del fútbol gracias a su estilo de juego preciso, con una exactitud en el toque de la pelota y su característica conjunción en el rectángulo verde: todos atacaban y todos defendían al mismo tiempo.

¿Por qué el anaranjado como color primario para la Selección de Holanda? Se adoptó el llamativo color en honor a la Familia Real de los Países Bajos: la Casa de Orange Nassau, quienes jugaron un papel preponderante en la historia de este país europeo.

Años más tarde esta tradición se trasladaría con el representativo nacional de fútbol, pero en 1974 llevarían a otro nivel la forma de jugar este deporte. Tal era lo asombroso y efectivo de su esquema de juego, que incluso en la Copa del Mundo de Alemania llegarían a la Final, aunque terminarían perdiendo contra el anfitrión.

¿Por qué la ‘Naranja Mecánica?

En aquella inolvidable justa mundialista del 74’, Holanda terminó como primer lugar del Grupo A tras derrotar a Bulgaria, Uruguay y empatar con Suecia. Posteriormente, en segunda fase le pasó por encima a Brasil, Alemania y Argentina en el Grupo A.

Los adjetivos comenzaban a agotarse y los comentaristas deportivos de la época bautizaron como “fútbol total” a la manera de jugar de la Holanda que en aquel entonces tenía como líder absoluto del campo a Johan Cruyff.

De igual manera comparaban al temible equipo con una locomotora “mecánica” debido al empuje, poderío y velocidad. Una máquina que funcionaba a la perfección en cada una de sus líneas. Fue así como se adoptó el mote de “La Naranja Mecánica”, que hasta el día de hoy ha perdurado.

4 años más tarde, en 1978 Holanda disputaría de nueva cuenta una Final de Copa del Mundo y perderían también contra el anfitrión, Argentina. Para 2010 la historia se repetiría contra España, justa mundialista que tuvo como sede a Sudáfrica.