Obama elogia a Francia como ejemplo de inclusión
El expresidente de Estados Unidos aseguró, en un homenaje Nelson Mandela en Sudáfrica, que la selección campeona del mundo simboliza la tolerancia y la no-discriminación.
Con motivo de un homenaje realizado en Johannesburgo para conmemorar los 100 años del nacimiento de Nelson Mandela, Barack Obama, expresidente de Estados Unidos realizó una feroz defensa de la no-discriminación y la tolerancia en tiempos de nacionalismos irredentos y dudas sobre los modelos de integración en las sociedades occidentales. Como ejemplo de inclusión, el político nombró a la Selección de Francia, reciente campeona del mundo en la máxima cita del balompié, celebrada en Rusia, a base de una selección que utilizó las bondades de la multiculturalidad como su principal arma.
"Vernos en otras personas, reconocer esperanzas y sueños en común. Esto es incompatible con cualquier forma de discriminación basada en raza, religión, género u orientación sexual. Y es una verdad que, abrazar esta idea, genera beneficios prácticos para la sociedad, al asegurar que ésta pueda compartir todos los talentos de su gente. Y si lo dudan, pregunten al equipo de Francia que acaba de ganar el Mundial", explicó Obama en un discurso pronunciado en el Estadio Wanderers, ubicado en la ciudad más grande de Sudáfrica. La referencia arrancó aplausos a un público que había recibido el torneo más importante del fútbol mundial en 2010.
Obama refrendó su punto al asegurar que, a pesar de los distintos orígenes, credos, razas, todos los jugadores que se consagraron como campeones mundiales en el Estadio Luzhniki de Moscú sienten la misma bandera y los mismos colores: "Porque no todos esos muchachos me parecían galos, pero son franceses. Son franceses", recitó.
El expresidente, un entusiasta del fútbol, tiene una larga conexión con el balompié, patente a lo largo de su mandato. Recibió en la Casa Blanca a todos los campeones de la MLS que se coronaron mientras ocupó la Sala Oval; asistió a cantidad de eventos en los que, incluso, llegó a patear balones; utilizó las instalaciones de Camp David durante una reunión del G8 para ver la final de la Champions League de 2012 acompañado del entonces primer ministro británico David Cameron y siguió sin falta todos los partidos de Estados Unidos en las Copas del Mundo de 2010 y 2014.