La carta viral del Leganés a los padres de sus canteranos
Una emotiva misiva da la bienvenida a los progenitores. En ella, un niño pide a sus padres educación en el partido: “No me obliguéis a dejar el fútbol”.
El Leganés se ha convertido en un ejemplo. Un modelo de cómo llegar a la élite usando el esfuerzo, la humildad y la calidad en el trabajo como herramientas básicas. Una receta que se aplica a la primera plantilla que dirige Asier Garitano, pero que también se puede extender al resto de sus categorías inferiores, no sólo en su rendimiento deportivo, sino inclusive en su comportamiento extradeportivo. Buen ejemplo de ello es la carta que recibe a los padres de los chavales en el Estadio Anexo Jesús Polo, recinto dónde habitualmente disputan sus partidos los equipos filiales del Leganés.
Está escrita en primera persona y destaca, en la voz de un niño, los defectos que suelen cometer los padres en un campo de juego. Actuaciones en muchos casos negativas, trufadas de insultos a los árbitros, rivales e incluso compañeros o entrenadores que hacen que los críos deseen, en ocasiones, dejar de jugar. La carta dice así:
"¿Mamá, papá, qué estáis haciendo?
No sé cómo decíroslo. Seguramente pensáis que lo estáis haciendo por mi bien, pero no puedo evitar sentirme raro, molesto, mal.
Me regalasteis una pelota cuando apenas empezaba a andar. Aún no iba a la escuela cuando me apuntasteis en el equipo. Me gusta entrenar durante la semana, bromear con los compañeros y jugar el domingo como lo hacen las estrellas. Pero cuando vais a los partidos… no sé. Ya no es cómo antes.
Ahora no me dais una palmada cuando termina, ni me invitáis a tomar algo. Vais a la grada pensando que todos sois enemigos, insultáis a los árbitros, a los entrenadores, a los jugadores, a otros padres… ¿Por qué cambiasteis?
Creo que sufrís y no lo entiendo. Me repetís que soy el mejor, que los demás no valen nada a mi lado, que quién diga lo cntrario se equivoca, que solo vale ganar. Ese entrenador al que llamasteis inepto, es mi amigo, el que enseñó a divertirme jugando. El chico que el otro día salió en mi puesto, ¿os acordáis? Sí, aquel que estuvisteis toda la tarde criticando porque “no sirve para llevarme el portabotas”. Ese chico va a mi clase. Cuando lo vi el lunes me dio vergüenza.
No quiero decepcionaros. A veces pienso que no tengo suficiente calidad. Que no llegaré a ser profesional y a ganar millones como queréis. Me agobiáis. Hasta he llegado a pensar en dejar de jugar. Pero ¡me gusta tanto el fútbol! Por favor, no me obliguéis a deciros que no vengáis más a verme".
Una idea eficaz
Jorge Broto, responsable de las categorías inferiores del Leganés, admite que la idea de ubicar esta carta en las puertas de acceso al Jesús Polo ha servido para calmar los ánimos. “A algunos padres sólo les dura 10 minutos. A otros, todo el partido. En todo caso hemos notado como algunos padres se han relajado. Jamás hemos tenido problemas salvo casos aislados, pero el comportamiento ha mejorado algo más desde que colgamos la carta”, cuenta a AS.
Dice Broto que la misiva nació de ver diversos mensajes similares por campos de Madrid y del impulso del departamento de comunicación del club, que le dio forma uniendo algunos de esos mensajes a otros de cosecha propia. En todo caso, Broto advierte de que queda mucho trabajo por hacer. “El comportamiento de algunos padres contra los árbitros y contra los propios entrenadores es un problema muy gordo. No hablo del Leganés, sino del fútbol en general. Queda mucho trabajo por hacer”, afirma.
A principio de cada temporada, el Leganés reúne a los padres sus chicos en la sala de prensa de Butarque para darles un curso rápido de comportamiento antes de que comiencen los partidos. Esta carta en concreto se distribuye a todos y cada uno de los progenitores. “Hemos visto como padres de otros equipos le hacen una foto antes de entrar al campo. Esperemos que ayude a concienciar a la gente de que, a estas edades, el fútbol es un juego. Nada más y nada menos”, concluye.
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