El declive de la NASL, del éxito a la posible desaparición
Problemas financieros y conflictos con la USSF han llevado a la liga pionera del fútbol norteamericano al colapso. Repasamos su evolución.
Un 28 de agosto de 1977 en Portland, Oregon, 35,000 personas llenaron el Civic Stadium para ver a Edson Arantes do Nascimento por última vez. El Soccer Bowl disputado entre NY Cosmos y Seattle Sounders culminaría con Pelé con la copa en sus brazos; el punto final de su carrera. 38 años después, Raúl González repetiría la escena con la misma playera albiverde que su antecesor brasileño había usado. La NASL estaba de regreso.
Fundada en 1968, la North American Soccer League surgió gracias al interés de inversores que decidieron crear una liga de fútbol de largo alcance en Estados Unidos y Canadá, inspirados por el éxito de la Copa del Mundo de 1966. Basados en la adición de figuras mundiales como Franz Beckenbauer, Johan Cruyff, George Best, Gerd Müller, y, por supuesto, Pelé, la liga gozó de gran éxito por más de una década, hasta que en 1984 desapareció debido a problemas financieros.
La liga pionera del fútbol en Norteamérica retornó en 2009 para fungir como un impulso más para el balompié de Estados Unidos y Canadá. La North American Soccer League revivió, sin tener ninguna clase de vínculo con la NASL original, más allá de su nombre. A las pocas semanas de realizado el acuerdo, ocho equipos de la USL (United Soccer League) ya se habían afiliado a la nueva liga.
El objetivo marcado desde un inicio fue operar como una liga de desarrollo para el crecimiento del fútbol estadounidense. Para ello, crearían franquicias en ciudades donde la MLS aún no tenía presencia, con el fin de crear nuevas comunidades alrededor del fútbol. Además, activarían restricciones en las plantillas -siete extranjeros como máximo en cada plantel- para fomentar la formación y el crecimiento de jugadores locales.
A pesar de que la liga mantuvo un ascenso constante durante sus primeros años, ha sufrido de importantes traspiés que la han puesto al borde de una nueva desaparición. El bajo interés que ha despertado la NASL, aunado a la fuerte competencia proveniente de la MLS y problemas latentes con la federación de fútbol de EE. UU., son factores que han hecho que la liga que vio consagrarse a Pelé y Raúl esté a punto de colapsar bajo la amenaza de un fútbol monopolizado.
Las divisiones
El sistema de ligas de fútbol profesional de los Estados Unidos, regulado por la US Soccer, contempla tres tipos de divisiones distintas, sin tener injerencia en el fútbol colegial ni amateur. La división I, en la que se encuentra únicamente la Major League Soccer, contempla solo a aquellas ligas con más de 16 equipos, cuyos estadios tengan una capacidad mayor a las 15,000 localidades, y que se encuentren - al menos un 75% de los clubes participantes- en ciudades con poblaciones mayores a los dos millones de personas.
El caso de la división II, requiere un mínimo de 12 equipos, distribuidos en las tres zonas horarias de EE. UU. El sistema no permite ascensos ni descensos entre las tres divisiones.
La NASL no encontró el estatus de división II en un inicio, razón por la que la US Soccer creó una liga conjunta entre clubes de la USL y la NASL: la Liga Profesional División 2 de la USSF, que funcionaría durante 2010. Una vez terminado el esquema de competición sugerido por US Soccer, la NASL instó a sus franquicias a cumplir los requerimientos previstos para convertirse en división II, sobretodo a nivel financiero (contar con activos que representen un mínimo de 750,000 dólares). El 21 de noviembre de 2010, la USSF aprobó el estatus de división II a la NASL.
Las franquicias
La temporada inicial de la NASL contó con ocho franquicias: cinco clubes estadounidenses, uno puertorriqueño y un par más de Canadá. La cifra de franquicias se ha modificado con el paso del tiempo, hasta llegar a un máximo de 12 equipos en el torneo de otoño de 2016. El número total de franquicias existentes en la breve historia de la liga es de 19. Gran parte de ellas han mudado o desaparecido por completo. De los ocho clubes originales, aquellos que refundaron la liga en 2009, ninguno se mantiene en ella.
Equipos como Tampa Bay Rowdies u Ottawa Fury viraron a la USL. Algunos más han logrado expandirse hacia la MLS gracias a su éxito financiero, como Montreal Impact y Minnesota United, y la gran mayoría (siete de las 19 franquicias) como Puerto Rico Islanders o San Antonio Scorpions, simplemente han desaparecido. Incluso, el último campeón de liga, San Francisco Deltas, culminó sus operaciones a pocos días de haber ganado el Soccer Bowl.
Problemas financieros
La desaparición de diversas franquicias se debe, esencialmente, a una economía insuficiente bajo el cobijo de patrocinios y afición. A pesar de que la liga ha firmado acuerdos con Under Armour y Seiko, y equipos como el Cosmos y el Indy Eleven tienen acuerdos publicitarios con Fly Emirates y Honda, respectivamente, su estabilidad financiera no es comparable con la de otras ligas norteamericanas. Han vendido, además, sus derechos televisivos a ESPN, CBS, One World Sports, Gol TV y beIN Sports, sin que exista un cambio sustancial en sus ingresos.
La asistencia a sus estadios es sumamente escasa. De acuerdo a datos de la NASL y Kenn (blog encargado de monitorear la asistencia a los estadios en el deporte norteamericano), en 2017 el promedio de asistentes por partido fue de 4,479 personas. La cifra del campeón, el San Francisco Deltas, fue la más baja de todas al registrar 2,575 aficionados por juego. De acuerdo a Tom Fath, dueño del FC Edmonton, franquicia que cesó operaciones en 2017, era necesario que 8,000 o 9,000 personas acudieran al estadio frecuentemente para garantizar viabilidad económica.
Conflictos con la U.S. Soccer
El problema más grave que enfrenta la NASL en la actualidad es su disputa con la US Soccer. La relación entre liga y federación se ha roto totalmente a partir de la decisión de la USSF de retirar el título de división II a la NASL.
A principios de septiembre de 2017, la US Soccer anunció que la única liga que podría mantener la designación de división II sería la USL. La NASL respondió a través de un comunicado en que declararon “sentirse decepcionados con la decisión al creer que el fallo de la federación afectaría negativamente a todos los involucrados en el desarrollo del futbol: aficionados, jugadores, entrenadores, árbitros, socios comerciales, y todos los dueños de clubes que han invertido decenas de millones de dólares en el proceso”.
El 19 de septiembre, la NASL antepuso una demanda federal antimonopolio en contra de la USSF, una decisión que no fue unánime entre los clubes de la liga. La queja está sustentada bajo el hecho de que la federación ha violado leyes antimonopólicas al proteger los intereses de la MLS, socio comercial de US Soccer, y la USL: 22 de los 30 equipos participantes, son propiedad o afiliados de otros clubes de la MLS a través del sistema de divisiones.
En entrevista para AS USA, Rishi Sehgal, comisionado interino de la NASL, declaró que la USSF siempre ha buscado favorecer las disposiciones de la MLS y USL. “La USL nunca ha significado una amenaza para la MLS porque son socios entre ellos. Nunca van a retar a la MLS y eso es inaceptable para la US Soccer, ya que no posee un real competidor para la MLS. Es un problema bajo las leyes antimonopólicas. La US Soccer no tiene la autoridad para elegir favoritos (…) La NASL no es un socio de la MLS. Somos independientes. Estamos orillados a un papel en el que tenemos que retar a la MLS”.
La US Soccer respondió a la demanda con un documento de 1,234 páginas en las que estableció que “la NASL no había progresado en el proceso de cumplir los lineamientos de designación como división II al reducir considerablemente su oferta de franquicias”. La liga pidió una prórroga de tres años para encontrar una solución que le diera estabilidad a la NASL, propuesta que fue rechazada.
Sunil Gulati, expresidente de US Soccer, ofreció a los clubes de la NASL demostrar antes del 20 de octubre de 2017 su viabilidad económica de cara a 2018. Además, pidió proveer antes del 20 de noviembre un plan efectivo en el que la liga garantizara la presencia de 12 franquicias económicamente viables para la temporada de 2020.
Elecciones en la USSF
El 4 de diciembre pasado, Sunil Gulati anunció que dejaría vacante el cargo como presidente de la US Soccer que había presidido por cuatro periodos consecutivos. Gulati abandonaría el cargo con intenciones de “que alguien nuevo asumiera el trabajo”.
Un par de semanas después, el 28 de diciembre, la NASL emitió un comunicado en el que expresó su preocupación sobre el proceso de selección del nuevo presidente de la federación. La inquietud de la liga se basa en que la US Soccer no ha acudido a un tercero para monitorear y conducir las elecciones, y en que Gulati y Don Garber, comisionado de la MLS, han impulsado la candidatura de Kathy Carter, presidenta de Soccer United Marketing (SUM).
Temporada 2018
A espera de un fallo que restablezca el estatus de división II a la NASL, y con las elecciones a la presidencia por la US Soccer en puerta, la temporada 2018 de la North American Soccer League pende de un hilo. Solo cuatro equipos están confirmados para participar en el torneo otoñal (de los cuales solo uno tiene director técnico), dado que el North Carolina FC se trasladó a la USL y el Indy Eleven está cerca de seguir sus pasos. Mientras tanto, el San Diego 1904 y el California United, ambas franquicias en expansión, aún no finalizan sus trámites para formar parte de la temporada entrante.
El futuro de la NASL depende del fallo que dé la corte: “Hay un gran mercado de expansión, pero nuestros planes dependen de que continuemos con nuestro estatus de división II”, manifestó Sehgal. Una fusión temporal con la USL, como sucedió en 2010, no es una posibilidad real hoy en día. De acuerdo al comisionado, la NASL “estaba abierta a la unión en 2017, pero la USL desechó la idea”.
Si el fallo de la corte es favorable, podrán operar bajo el estatus de división II. Si no es así, tendrán que hacerlo como división III o, incluso, como liga independiente desafiliada a la federación. “Son tiempos de incertidumbre. Claro que hay un escenario en el que la liga deje de existir. Si no tenemos el fallo de la corte, será algo mortal para la NASL”, sentenció Sehgal.
La finalidad de la NASL era fomentar el desarrollo del fútbol en Estados Unidos. Pero el sueño no está lejos de naufragar: “El fútbol en este país ha crecido, pero no para todo mundo. Ha crecido para un grupo selecto. El deporte es una expresión de la gente y tú no puedes controlarlo. El fútbol es llamado “el juego bello” porque es la expresión de un país, de su identidad, de su pueblo. Los estadounidenses somos un pueblo de libertad, de capacidades, de oportunidades. Hay un problema con el fútbol en nuestro país: no hay oportunidades ni libertades para todos. Si cambiamos eso, veremos un mejor mercado en Estados Unidos y mejor futuro para nosotros y el resto de ligas”, concluyó Sehgal.