NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SELECCIÓN

Todo se definirá en Lima

Perú dominó a Nueva Zelanda en Wellington, pero le faltó veneno. Farfán tuvo la ocasión más clara. El juego defensivo neozelandés se acabó imponiendo. El miércoles, la vuelta.

Todo se definirá en Lima
DEAN PEMBERTONEFE

Perú desperdició una ocasión magnífica de encarrilar su pase al Mundial en Wellington ante Nueva Zelanda. El empate como visitante en la ida sería celebrado en cualquier caso menos en este, en el que la debilidad de los neozelandeses dibuja una sensación de amargor entre los de Gareca. Perú es más y tiene más que su rival, pero no lo demostró del todo en un choque que podía suponer el final a una racha de 36 años sin acudir a un Mundial.

A los peruanos les faltó responsabilidad ante lo que tenían por delante y jugaron como si fuera un partido más, cuando claramente no lo era. Tampoco entendieron el tipo de adversario que es Nueva Zelanda y en vez de abordarlo trataron de tumbarlo. Así fue imposible. Hubiera ayudado mucho que la primera ocasión que tuvieron los de Gareca terminara en gol. Farfán se coló bien entre los centrales y generó una duda a la que se sumó el portero Marinovic, que sin embargo reaccionó a tiempo y acabó salvando en la misma línea de gol.

Entre ese aviso y otro posterior de Flores que se fue rozando el palo parecía que Perú no tendría problemas en llevarse por delante a un conjunto neozelandés que se limitó a despejar balones en busca de algún contragolpe. Pero al dominio peruano no le acompañó la pegada arriba. El buen manejo de Tapia y Yotún no tuvo en Carrillo, Flores, Cueva y Farfán, que hizo de Guerrero con unas cualidades completamente diferente, la continuidad como para hacer daño.

Nueva Zelanda se fue sintiendo cada vez más cómoda. Con una línea de tres centrales muy experimentada y asentada -además de dura, en algunos casos-, el conjunto local fue metiendo el partido en su terreno y al final hasta lo hizo suyo. No hubo excesivas noticias de Perú -apenas un cabezazo de Corzo en un córner- en el segundo tiempo y además acabó perdiendo el control del partido como castigo a su falta de identidad cuando más necesaria era.

De hecho, en los últimos minutos terminó hasta sufriendo. La entrada de Wood y sobre todo un remate de Barbarouses en los últimos minutos metió el miedo en el cuerpo a Perú. Todo se decidirá en Lima. Son 36 años sin acudir al Mundial y la oportunidad es única. También lo era en la ida y los peruanos desperdiciaron la oportunidad.