Paolo Guerrero vivirá unas horas y jornadas convulsas antes del partido más importante para Perú en las últimas décadas. Tras salir a la luz su caso de positivo en un control antidoping, se enfrenta a duras sanciones, que lo podrían apartar de los terrenos de juego durante meses e incluso años.
Antes de que se conozca la decisión que toma la FIFA, se llevará a cabo un proceso en el que el máximo organismo comprobará el primer análisis realizado.