El Liverpool golea al Maribor para mantenerse líder
Salah, Emre Can y Sturridge fueron los goleadores en Anfield. Los eslovenos se mostraron atrevidos en la segunda parte, pero dicen prácticamente adiós a Europa.
De la sangría que se vivió en tierras eslovenas en el anterior partido poco se vio en la primera parte. Un Liverpool tranquilo, con ganas de sumar lo que serían tres puntos seguros, acogía en el mítico Anfield al Maribor. Contaban con casi la misma artillería que en la ida, solo Coutinho, entre algodones, y Lallana y Mané, lesionados, se perdían el choque.
El Liverpool se desplegó y se movía sin problemas por todo el campo. Avanzaba líneas con calma, sin prisa. Creían que el gol, ante un rival inferior, llegaría tarde o temprano. Tocaban abriendo el campo y el Maribor lo permitía. Les esperaban en tres cuartos de campo. Cuando las primeras zamarras rojas asomaban por la frontal del área, las líneas del medio salían a morder. Los de Klopp apenas realizaban jugadas individuales que pudiesen superar a los contrarios y plantarse solos ante Handanovic. La sed de Salah y Fermino de ver portería empezaba a aumentar según pasaba los minutos y comprobaban que apenas generaban ocasiones peligrosas. Wignaldm pisó mal en el minuto quince y se alistó a la enfermería del conjunto inglés. Henderson entraba por él.
La posesión era desorbitada, pero inerte. Solo un disparo de Firmino que se marchó fuera se pudo considerar la única ocasión de los locales durante los primeros veinte minutos. Una de las ocasiones más claras del primer tiempo estuvo en la cabeza del ariete brasileño. El remate se envenenó al tocar en Billong y Handanovic sacó una mano salvadora para mantener las tablas. Salah y Emre Can se unieron para crear peligro, pero los minutos corrían y no llegaron a estrenar el marcador.
En el segundo tiempo, la dinámica del encuentro tomó el mismo matiz. El Liverpool apretaba y a los tres minutos ofrecieron a sus parroquianos el primer tanto. Salah veía puerta gracias a un gran centro de Alexander-Arnol. Una vez probado bocado, querían un festín como el pasado 0-7. Firmino se atrevía paralelo a la línea de fondo y realizaba un caño a Rajcevic, que respondía cometiendo penalti. Handanovic adivinó la trayectoria del lanzamiento desde los once metros de Milner y mantenía las esperanzas del Maribor. Tras esta parada se crecieron, las contras residuales de la primera parte tomaron un color peligroso, animando el partido. Bohar le ponía un balón a Mesanovic dentro del área que fue repelido a córner. Milec también probó suerte con un tiro lejano que paró la respiración de todos los asistentes. Los eslovenos avisaban y demostraban que eran pequeños, pero con dosis de buen fútbol. Pero las probabilidades del empate se apagaban con un gran gol de Emre Can. Él se lo cocinó con ayuda de su pinche Milner, que realizaron una pared en el balcón del área y el alemán sumaba un tanto más al marcador. Maribor y Liverpool se intercambiaron golpes, algunas con cierto peligro, pero el destino ya estaba escrito. Sturridge, que entró por Salah, logró cerrar el partido con el tercer y último gol del partido.
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