Trump se enfada con Curry y retira la invitación a los Warriors
El presidente de Estados Unidos no quiere que los Warriors visiten la Casa Blanca en la tradicional audiencia al campeón de la NBA. Final NBA: Rockets vs Warriors, juego 6
Ayer los Warriors airearon en su media day el estado de optimismo en el que vive una franquicia campeona, con trazas de repetir y que ha firmado otro verano de matrícula en el que no solo ha retenido a todas las estrellas que podrían haber volado (Curry, Durant, Iguodala…) sino que ha conseguido una plantilla todavía más profunda y versátil con la llegada de jugadores como Nick Young, Omri Casspi o el prometedor rookie Jordan Bell.
Pero la gran patata caliente de la jornada mediática, más allá de los líos de Kevin Durant en las redes sociales, estuvo en la visita ceremonial a la Casa Blanca que los Warriors tendrían que hacer como campeones, una tradición que se hace coincidir con un partido (el único si es un equipo del Oeste, como es el caso) del defensor del anillo en pista de los Wizards de Washington y que en la época de Barack Obama era un motivo de celebración para la mayoría de jugadores.
No así con Donald Trump, que tiene en la NBA un frente de crítica casi permanente. Varios miembros de los Warriors ya habían dicho, algunos con absoluto desprecio, que no pensaban acudir a la Casa Blanca mientras Trump fuera el inquilino: Durant, Iguodala… y un Stephen Curry que ayer se reafirmó ante los micrófonos de la prensa de la Bahía: “Tenemos la oportunidad de mandar un mensaje que ojalá transmita unidad y nos ayude a apreciar lo que significa ser americano. Sea cual sea la opinión de cada uno, tenemos que aprovechar esta oportunidad. Pero mi voto será negativo cuando nos reunamos. De todas formas es una decisión colectiva. No solo soy yo o Kevin Durant. Es todo el equipo, lo que fuimos capaces de conseguir y la oportunidad que históricamente se le da al campeón. Tendremos esa conversación y decidiremos como grupo. Pero si quieres saber lo que yo voy a votar, ahí está”. Durant, como el base, dejó claro que su opinión no había cambiado ni un ápice desde que se pronunció en contra de la visita.
Pero Trump, tan amigo de anunciar sus decisiones o simplemente de organizar incendios en su cuenta de Twitter, ha utilizado esta red social para, según parece, quitar a los Warriors la necesidad de esa reunión en la que adoptar una postura común: el presidente, de primera mano, ha cancelado la invitación por las dudas de Stephen Curry, mal aceptadas por un Trump que apenas horas antes había montado otro escándalo de primera magnitud con sus tremendas críticas a los jugadores que protestaban arrodillándose durante el himno en los partidos de la NFL.