El infundado interés del City de Guardiola por comprar a Messi
Que se sueñe con la llegada de Messi a la Premier es consecuencia de la impresión que se tiene del Barcelona, la de un club débil.
EI domingo surgieron rumores infundados de un posible interés del Manchester City por Leo Messi. El club inglés hizo algunas llamadas a los medios para detener la historia porque no tenía ningún fundamento, pero, en una época en que rumores así alimentan páginas web poco escrupulosas, la verdad suele considerarse sospechosa. Que se sueñe con la llegada de Messi a la Premier también es consecuencia de la impresión que se tiene del Barcelona, la de un club débil del que las estrellas puede marcharse o pueden dejarse convencer para abandonar el barco.
La realidad es que está todo acordado con el argentino desde el principio de verano y Messi no ha firmado su renovación pero la firmará: aunque ahora no es el momento. Por varias razones: seguramente las quejas públicas de Piqué y Busquets no son las únicas de un vestuario que ve la calidad de la plantilla reducida cada año; en este contexto, firmar una renovación sería apoyar una junta que, a ojos de los jugadores, no ha fichado lo necesario para competir al máximo nivel.
Si se anunciara el acuerdo, podría considerarse que Leo actúa al margen del grupo ahora que se ha decidido presionar a la institución desde la caseta pidiendo fichajes que de verdad aumenten el nivel competitivo de la plantilla que ha ido perdiendo respecto a la comparación con sus máximos rivales en España y en Europa.
Los capitanes recibieron el mensaje de los despachos de que iban a por Coutinho, Dembélé y Verratti. Ahora es Dembélé, Seri y Di María. Pero de momento solo ha llegado Paulinho.
¿Y Coutinho? El Liverpool no se ha sentado nunca a negociar, nunca ha puesto precio por el jugador, nunca se ha planteado reunirse con el Barcelona, nunca ha negociado. No lo quiere vender. Incluso en Anfield se tiene la impresión de que la última oferta culé (a la que se añadió como fecha límite las 20:00 del pasado domingo que el Liverpool ignoró) era una táctica para abaratar otros objetivos.