Albert Rudé y Agustín Lleida hacen historia en América
El auxiliar técnico y Director de Preparación Física del Club, son los primeros españoles en obtener un boleto para el Mundial de Clubes de la FIFA 2017, tras proclamarse campeones de la CONCACAF Champions LeagueNY Red Bulls - Tijuana: Concachampions 2018
Pachuca se proclamó campeón de la CONCACAF Champions League al ganar por un global de 2-1 a Tigres, consiguiendo así el primer boleto para el Mundial de Clubes de la FIFA 2017 que se disputará en los Emiratos Árabes.
Albert Rudé, auxiliar técnico de Diego Martín Alonso, y Agustín Lleida, Director de Preparación Física del Club, iniciaron esta aventura tras salir campeones de la Liga MX en mayo de 2016. Fue en ese entonces, cuando se forjó el objetivo de obtener el título internacional de Liga de Campeones.
Tras una fase de grupos donde se jugaron el pase a cuartos de final con el histórico Olimpia de Honduras, consiguieron llegar a las eliminatorias directas para enfrentar a otro grande de la CONCACAF, el Saprissa de Costa Rica. Tras vencerlo por un global de 4-0, tuvieron aún que dejar en el camino al FC Dallas, uno de los mejores equipos de la MLS, para confirmar su plaza en la gran final.
Con un equipo muy joven, siendo aún muchos de los jugadores sub-23, y con un presupuesto realmente pequeño en comparación con el de su rival, se plantaron en la final con más ilusión que opciones reales. Enfrentando a jugadores de selección nacional como Gignac (Francia), Vargas (Chile), Pizarro (Argentina) o Aquino (México), todo apuntaba a que Pachuca se quedaría solamente como un digno candidato.
Con un resultado de 1-1 en el partido de ida, todo quedó abierto para la vuelta en el Estadio Hidalgo, donde Pachuca no había perdido en lo últimos 28 partidos y tampoco había encajado gol en todo el torneo de liga regular. Y coincidiendo con las estadísticas, Pachuca no perdió ni recibió gol. Ganó 1-0 a Tigres y se proclamó campeón contra todo pronóstico.
Y así fue como con tan solo 29 y 31 años respectivamente, Albert Rudé y Agustín Lleida, obtuvieron su segundo título en tan solo 18 meses. Dicen que nadie es profeta en su tierra, así que estos dos españoles profesionales del fútbol están creciendo y obteniendo sus mejores éxitos fuera del país, aunque su gran objetivo es volver juntos para poder entrenar en la élite de su país.