"Neymar está en el Barça porque Rosell sobornó a su padre"

Comencemos por el principio, ¿cómo conoce a Neymar?

Para eso antes debería explicarle como es que me meto en el mundo del fútbol.

Pues adelante…

Yo soy gaúcho. Vengo del sur de Brasil. Allí empecé de muy abajo, trabajando con un camión con mi hermano y ahora tenemos una empresa con 12.000 trabajadores. He trabajado toda mi vida, pero mi pasión siempre fue el fútbol y especialmente el Inter de Porto Alegre. Fue sobre el año 2000 cuando entré en la directiva del Inter.

¿Y cómo le fue?

Bien. Instauramos un sistema de trabajo que nos permitió ganar la Libertadores y, en un milagro sin precedentes, al Barça el Mundial de Clubes. Yo era muy amigo del presidente del Santos y me dijo si podía ayudarle a instaurar ese sistema ahí.

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Y ahí es donde aparece Neymar en su vida…

Cuando estoy colaborando con el Santos nos hablan de Neymar. Un jugador impresionante. Me quedé enamorado desde la primera vez que le vi. He visto a muchos jugadores jóvenes a lo largo de mi vida, pero Neymar era sin duda el mejor de todos. Va a ser el segundo mejor brasileño de la historia.

¿Fue entonces cuando creó un fondo de inversión que se quedaría con el 40 por ciento de los derechos del jugador?

No. DIS existía ya hacía tiempo. Cada vez que abría un supermercado en una zona, procuraba crear un equipo de fútbol de niños del barrio y hacer una labor social. Eso fue creciendo. Lo que pasa es que hubo un momento en el que el Santos tuvo problemas para pagar lo que Neymar pedía. ¡No había jugado aún ni un minuto con el primer equipo, no era ni profesional! Y ahí encontramos una solución.

¿Qué fue?

Le pagamos unos dos millones de euros a Neymar. Eso suponía lo que iba a ganar en 18 años de carrera con el sueldo que tenía entonces. Daba igual que se lesionara, dejase el fútbol, como ha pasado tantas veces, no llegase a la cima por las malas compañías. Nosotros nos la jugamos por él y nos quedamos el 40 por ciento de sus derechos. A partir de entonces, le empecé a cuidar como si fuera un hijo para mí.

¿Por ejemplo?

Me ocupé de que a su familia no le faltara de nada. Estaba siempre en mi casa. Tenía un camarote exclusivo para él y su familia en el barco. Les pagué unas vacaciones a él y a sus padres en Londres y en Jerusalén para que viera mundo. Incluso le puse dos personas para que le cuidaran siempre. Uno de ellos, Donato, era el chófer que le iba a buscar a casa, le llevaba a los entrenamientos o a mi finca de Porto Alegre donde como buenos gaúchos hacíamos los churrascos. Mire si llegó a ser como de la familia que su hijo tiene mucho que ver con ese momento de su vida.

¿Perdón?

Sí. La madre de su hijo es la prima de Donato, el chófer que le puse.

Pues ahora dice que no le conoce, ¿es eso lo que más le duele?

Eso me partió el corazón. ¿Cómo puede decir eso? Yo sólo me lo explico por la influencia del padre. Desde el principio, su padre ejerció una mala influencia sobre él. El padre de Neymar es como decimos en Brasil un vagabundo. Un picapedrero que gracias a su hijo se hizo rico de la noche a la mañana. La avaricia de este hombre le llevará por el mal camino. Desde el principio se aprovechó de Neymar.

¿Tiene pruebas de ello?

Mire, Neymar firmaba muchos contratos publicitarios y a él sólo le llegaba la mitad del dinero, pero él ni se enteraba. Se lo quedaba su padre. Se enteró un día cuando hizo un anuncio de Gilette con Ganso, que era su amigo y hablando entre ellos vio que Ganso cobraba más que él. Vino a preguntarme cómo era posible, que por qué Ganso cobrase más y allí descubrimos que la mitad se la quedaba su padre. Y así con todos los contratos. En esa época, Neymar se distanció algo de su padre, pero veo que ahora vuelven a estar muy unidos.

¿Usted ha vuelto a hablar con Neymar o su padre?

La última vez que hablé con el padre de Neymar fue cuando vino a verme con Wagner Ribeiro para tratar de comprar nuestra parte del pase de Neymar por cinco millones. Eso me hizo sospechar de que había ya un club interesado. Que se habían saltado el pacto original y que querían ir por detrás.

¿A qué pacto se refiere?

Cuando los derechos de Neymar se repartieron entre Santos, DIS y Teisa, todos acordamos que nos informaríamos de cualquier oferta en 48 horas para poder valorarla. Ellos ya tenían una oferta y empezaron la estrategia para engañarnos.

¿Era el Barça?

Nooooo, era el Madrid el primero que vino a por Neymar. Y Neymar dijo que sí. Hasta pasó la revisión médica en una clínica de un amigo mío, mira si eran torpes ya por aquel entonces. El Madrid estaba dispuesto a pagar los 65 millones de la cláusula e incluso diez más.

¿Y por qué acabó en el Barcelona?

Pues porque Sandro Rosell, por decirlo claro, sobornó al padre de Neymar, ese es el delito de corrupción entre particulares del que le acusamos. Primero le adelantó 10 millones de euros, que en un principio presentaron como un “préstamo” y luego en el juicio el Barça tuvo que reconocer que eso “era un club de fútbol, no el Banco de Santander”. Así que de préstamo, nada.

¿Y Neymar era consciente de ello?

Neymar ha llegado a firmar 17 documentos con el membrete oficial del Barcelona y ha cobrado dinero del Barça siendo jugador del Santos. Éticamente eso no es correcto. Jugó la final del Mundial de Clubes en Japón habiendo cobrado ya del Barcelona.

¿Qué papel jugó Bartomeu, actual presidente del Barcelona?

Su firma aparece 169 veces en los contratos. No nos explicamos porque la Fiscalía no le imputa.

¿Dudó antes de poner la querella?

No. En cuanto vi que se había cometido una injusticia pedimos la reparación del daño. Me sabe mal porque a Ney mar le tenía mucho aprecio, pero es que el caso es clarísimo. Nos trataron de defraudar.

¿No teme una respuesta popular contra sus intereses comerciales al ser la persona que persigue judicialmente a un ídolo del país como Neymar?

Nosotros no hemos cometido ninguna irregularidad. Hacemos mucho por el fútbol brasileño. Tenemos cientos de jugadores, de niños jugando y con mucho trabajo social. Es Neymar el que les ha fallado a ellos.

¿Podría llegar a perdonar?

A Neymar puede, a su padre, jamás.

¿Aceptaría un pacto?

Nosotros no estamos aquí por dinero, queremos que se respete el contrato original que teníamos por el cual nos toca el 40 por ciento del pago del traspaso. Buscamos justicia. Es tarde para pactos. No fueron 17,1 millones, está claro.

Pero en España un juez ha afirmado que los 40 millones que le dieron al padre de Neymar son salario y no traspaso. ¿No cierra eso el caso?

De ninguna manera. Nosotros reclamamos que la transacción se tenía que haber realizado sobre la cláusula de 65 millones. Esos 40 no son más que el soborno para que Neymar padre vendiera un derecho que no era suyo. Modificaron el mercado a su antojo mediante corrupción. No reclamamos sobre esos 40 millones, que por otra parte, demuestran que el Barça actuó de mala fe desde el principio.

¿Ha habido acercamientos del Barça para tratar de evitar llegar a los tribunales?

Sandro Rosell intentó en su día hablar conmigo un par de veces. Una vez en Londres, coincidiendo con un partido Brasil-Inglaterra, se me acercó el presidente del Inter de Porto Alegre y me dijo: ‘tienes que sentarte a tomar un café con Sandro Rosell. Está aquí y quiere hablar contigo’. Envió a un amigo mío como correo y eso desde mi visión personal está mal. No fui. También hubo una segunda vez.

¿Cuándo fue?

Rosell consiguió el teléfono de mi casa y me llamó para ver cómo lo podíamos arreglar y creo que llegó a hablar de seis millones de euros. Y eso que nosotros aún no habíamos presentado la querella. Creo que por aquel entonces ya sabían que habían hecho algo malo y querían minimizar consecuencias. Ah, y en otro orden de cosas, luego André Cury llamó a Roberto Moreno, nuestro director general en términos similares.

¿Qué opinión tiene de Sandro Rosell?

Hace tiempo que no aparece por Brasil. Antes siempre venía. Era alguien importante en la CBF y Nike. Un oportunista.

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