Millos sale vivo de Barranquilla y es tercero en la Liga Águila

Millonarios llegó al Metropolitano a ponerse al día en la Liga Águila y a saldar una deuda: jugar bien y ganar en condición de visitante. Al frente tenía a un Junior herido que acaba de despedir a Gamero, dirigido interinamente por Fernel Díaz y con la atenta mirada de Comesaña -el nuevo DT- desde el palco. Esos eran los ingredientes del juego pendiente de la sexta fecha del campeonato.

El partido en Barranquilla resultó agradable porque los dos equipos salieron a proponer, a jugar y a buscar el arco contrario. El primer tiempo fue parejo en dominio y anotaciones. Comenzó mejor el visitante, que presentó cuatro variantes: Domínguez (por el expulsado Rojas), Silva (por Santiago Mosquera), Alexis Zapata (debutante como inicialista, por Del Valle) y Núñez (por Eliser Quiñones). El hombre en punta fue Riascos, quien avisó en el minuto 10 y anotó a los 25' de cabeza luego del buen centro de Maxi. Hasta ese momento Millos (alternando entre un 4-3-3 y un 4-2-3-1) mandaba en el juego gracias a la seguridad, la posesión y la contundencia.

A partir del minuto 30 el local equilibró el duelo gracias a las ventajas que los azules comenzaron a dar en el manejo de la pelota y el juego largo. Toloza -el mejor de Junior- aprovechó su velocidad, sorpresa y gambeta para generar espacios y opciones. Así llegó el empate, luego de un contragolpe letal que aprovechó Ovelar con la permisividad de Duque y la complicidad de Ramiro Sánchez: 1-1 justo y merecido. Junior pudo seguir de largo en el remate del PT pero falló la puntería.

El inicio del complemento, que tuvo un par de ataques para Millonarios, favoreció a Junior. Toloza, por derecha, fue el hombre más desequilibrante. Sin embargo, los embajadores se hicieron fuertes en el fondo gracias a los cierres y las coberturas de Franco (el mejor jugador de la visita) y Cadavid.

En el minuto 61 Russo mandó al campo a Eliser Quiñones por Alexis Zapata (produjo poco en ataque) no solo para generar más salida por la izquierda, sino para tapar la salida rojiblanca por la derecha. Y lo logró. Ahí comenzó el juego de ajedrez de los entrenadores porque el anfitrión respondió con el ingreso de Johnatan Estrada.

Con esa panorama, el juego seguía brindando emociones e intensidad en el último cuarto de cancha pero sin peligro en las áreas. A los 74' Ovelar la tuvo de cabeza pero calculó mal el remate. A esa altura del partido (ya con Del Valle y Hárrison Henao en el visitante) Millos empezaba a cerrar filas para llevarse el empate.

Junior, con más ganas que argumentos, lo intentó al final pero no encontró la ruta del gol (la más clara fue la de Bernardo Cuesta a los 86' que salvó Ramiro). El Azul aguantó bien en defensa, administró con inteligencia el resultado (lo pudo ganar en un par de contragolpes) y terminó llevándose un punto valioso y firmando el mejor partido de visitante en la Liga. Llegó a 17 puntos, es tercero en la tabla y el domingo visitará a Alianza.