El PSG humilla al Barcelona
El PSG le arrolla con goles de Di María (2), Draxler y Cavani y necesitará una proeza el 8 de marzo para seguir en la Champions. Emery dio una lección a Luis Enrique.
El Barça perdió algo más que un partido en París. El naufragio y la humillación del equipo de Luis Enrique en el Parque de Los Príncipes, donde cayó por 4-0 ante el PSG en una de las actuaciones más lamentables que se le recuerdan, no únicamente deja el futuro del equipo blaugrana en la máxima competición en manos de un milagro en el Camp Nou, sino que desnudaron la triste realidad de un equipo que es un absoluto dislate táctico, físico y moral.
La humillación del Barcelona en París ante el PSG fue de esas que marcan una época y que señalan el ocaso de un proyecto que tuvo los pies de barro, incluso cuando ganaba. Y ojo, que puede volver a ganar, porque los milagros existen, pero si se remonta este desastre será eso, un milagro sin ninguna base.
Está claro que se puede perder ante un rival como el PSG, pero hacerlo sin un libro de estilo, sin una bandera que defender, sin una idea a la que aferrarse, sin una filosofía en la que creer cuando hasta hace muy poco había una fórmula maestra es lo más preocupante. Que el Barça iba sin frenos y en bajada esta temporada era algo que se veía venir, pero que el discurso oficialista se esforzaba en tapar a base de denunciar conspiraciones y de partidos lamentables que se calificaban como de notable alto por parte de un técnico que ayer, diga lo que diga y pase lo que pase de aquí a mayo, puso el punto final a su etapa en el Barça.
No será ningún drama la marcha de Luis Enrique. Lo que sería una verdadera tragedia es que actuaciones como la del Parque de los Príncipes desanimen a Messi, Iniesta, Piqué u otros jugadores sobre los que debería construirse un nuevo proyecto. La vaca se ha ordeñado por encima de sus posibilidades y en París ya no dio más leche. El resultado fue un mazazo, pero lo peor fue la puesta en escena. La impotencia, la desgana, la falta de soluciones y la tristísima/nula aportación de jugadores que deberían ser la base de un futuro fue lo más desmoralizante para un equipo que ya no se reconoce.
El Barça no es que esté fuera de Europa, es que está fuera del Barça.