El 'Espai Barça' será más caro y estará acabado más tarde
El nuevo estadio será 30 millones más caro, se acabará un año más tarde y generará más recursos a cambio de una modificación del plan urbanístico.
Barcelona - Athletic en directo
El Espai Barça será más 30 millones más caro, se acabará un año más tarde y generará más recursos a cambio de una modificación del plan urbanístico que deje contentos a los vecinos y al equipo de gobierno del ayuntamiento en una negociación que tiene mucho de funambulismo político.
Para llevar a cabo el ambicioso plan de remodelación del estadio aprobado por referéndum por los socios que supone renovar por completo el Camp Nou, tirar el Mini Estadi para construir un nuevo Palau con una pista multiusos adyacente y reorganizar el entorno del campo cambiando sentido y trazado de las calles del entorno del campo es necesario una modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) que exige un acuerdo con los vecinos de la zona así como el máximo consenso político.
Respecto al plan votado por los socios, se incrementará el número de metros dedicado al sector terciario, entre ellos los que afectan a un hotel y a un edificio de oficinas.
El caso del hotel es curioso, pues el gobierno municipal de Ada Colau ha mantenido como norma la paralización de la construcción de más hoteles en Barcelona, pero parece ser que con el caso del Barça se hará una excepción a medio plazo pues forma parte de una estrategia para crear centros turísticos alejados del núcleo de la ciudad.
Fruto de la nueva propuesta, el municipio ganaría 14.000 m2 de suelo, 18.700 m2 de nuevas zonas verdes y el acceso a un gran espacio de uso público abierto y sin vallas de más de 40.000 m2. El Barcelona realizaría una inversión de 28 millones de euros en viales y zonas verdes del entorno y de 52 millones de euros en el soterramiento de la totalidad del aparcamiento para la creación de un "campus de calidad". El club aumenta en 63.600 m2 el techo edificable de equipamiento para renovar el entorno del Camp Nou.
Las obras, que debían empezar en 2017, comenzarían en 2018 y se llevarán a cabo mientras se sigue jugando en el estadio. El club asume que eso provocará molestias a los socios, pero considera que es una mejor solución que la de cambiar de ubicación.
La teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento, Janet Sanz, calificó la propuesta del club como “equilibrada, positiva y diferente de las anteriores porque apuesta por quedarse y una buena calidad urbana que no sea una barrera. Es un buen inicio”. Hasta el momento, todos los intentos de reordenar el entorno del estadio han chocado con la oposición del movimiento vecinal, que fue capaz de desmontar los intentos de Josep Lluís Núñez en su día de crear lo que se llamó proyecto Barça 2000 y que se frustró por las manifestaciones de unos vecinos indignados por la mala pata del expresidente, que llegó a acusar a los vecinos del barrio de proteger la prostitución para bloquear el proyecto y que así “no se les acabara el negocio”.