¿Y de regalo de Reyes?... ¡Un Calderón!
Casi 5.000 espectadores han asistido a la sesión de puertas abiertas del Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón.
Y de regalo de Reyes... Un Calderón. Eso al menos tuvieron cerca de 5.000 aficionados del Atleti que no quisieron perderse la mañana de puertas abiertas del Atlético (gratis para los socios, a diez euros para los que no). El lugar, el viejo estadio, al día siguiente de la victoria en Copa ante Las Palmas (ida de octavos). Como si Melchor, Gaspar y Baltasar se apellidaran, en realidad, Torres, Griezmann o Godín, o Giménez, Gameiro o Gaitán.
La mañana, de sol de invierno frío, pronto la ambientaron los aficionados con sus cánticos. A las 11:58 cuando comenzaron a salir los primeros futbolistas (los suplentes o los que no jugaron en el Gran Canaria, o sea Torres, Correa, Gaitán, Giménez, Cerci y Lucas) y el cuerpo técnico un nombre se susurraba entre la grada como un suspiro de amor: "Torreees". No fue hasta las 11:25 cuando de verdad la acústica de las grandes tardes de fútbol atronó en el estadio, como si esta fría mañana de miércoles fuera en realidad una tarde de domingo en Liga o una noche de Champions. Los titulares ante Las Palmas acababan de pisar el césped. Se supo porque un grito entonces atronó en la grada: "Griezmaaaaann". Estos (Vrsaljko, Savic, Godín, Filipe, Juanfran, Gabi, Saúl, Koke, Grizi y Gameiro) comenzaron a hacer carrera continua alrededor del campo y, cada vez que pasaban cerca, la grada aplaudía, cantaba, mientras una pancarta muda "Yo contigo hasta morir" contaba qué sentía la grada.
También se cantó el himno, y "el escudo no se toca", y los "ole, ole, ole, Cholo Simeone" y "Luis Araaaagonés", por supuesto. Fue casi después de lo último cuando los titulares en Copa volvieron a las entrañas del estadio (tocada sesión de recuperación, suave, con más gimnasio que verde) y el resto dejó el calentamiento mientras el balón comenzaba a rodar, esta jornada de puertas abiertas entraba en el éxtasis. Se confirmó a las 12:51 con el gran aplauso: El Niño acababa de brindarle un gol a la afición, otro regalo de un rey mago apellidado Torres.