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Uruguay vs Puma, una batalla por la imagen

Los jugadores de la selección uruguaya exigieron a la marca que viste a los charrúas, no usar su imagen en beneficio propio, pues ellos no perciben ingresos por dichos eventos.

Barcelona
Uruguay vs Puma, una batalla por la imagen
@Uruguay

Los cracks de la selección uruguaya siguen a una y sin salirse de su raíl. Pretenden llegar hasta el final en su guerra contra Tenfield (empresa que ha regido hasta ahora el destino de todo el fútbol uruguayo). El siguiente paso en esta guerra ha sido comunicar a Puma, sponsor técnico principal, la prohibición de utilizar su imagen en cualquier forma, incluidas las campañas de marketing. Desde el pasado verano, la batalla entre las dos partes parece insalvable, cuando Nike hizo una oferta que rondaba los 25 millones de euros que multiplicaba por cinco a la de Tenfield, que proponía seguir con la empresa Puma.

Los futbolistas, que son los legítimos dueños de sus derechos de imagen, se niegan a que Tenfield siga lucrándose a costa del fútbol uruguayo y en provecho propio. Su objetivo es profesionalizar todas las áreas institucionales que gobiernan este deporte en Uruguay. Con la mayoría de los futbolistas en el país, disfrutando de sus vacaciones, se hizo patente la unión entre todos los profesionales a los que se han unido los jugadores que militan en el campeonato doméstico y que también pretenden acabar con el monopolio de Tenfield. Los futbolistas del ámbito local han denunciado que Tenfield ha llegado a contaminar la propia asociación de jugadores, conocida como la Mutual. Actualmente existe un conflicto abierto entre la mayoría de sus asociados y la directiva de la misma, presidida por Saravia, aparentemente muy cercana a los intereses de Tenfield.

En 1998, bajo el mandato del expresidente Eugenio Figueredo (en prisión domicilaria desde hace un año por casos de corrupción en FIFA), la AUF llegó a un sorprendente acuerdo con Tenfield, al cual vendió en exclusiva todos sus activos (derechos de emisión, partidos amistosos, mercadotécnia, , patrocinos, etc...). Se lo entregaron todo a Tenfield cuando hubo empresas que estaban dispuestas a pagar más. "Lo más grave del caso es que continúe una cláusula que concede un privilegio a Tenfiled a tener un derecho de igualación, que no es legal. La cláusula no tiene límite de tiempo, es sine die y eso, judicialmente es nulo, y además vulnera la normativa del derecho de defensa a la competencia", dicen fuentes solventes.