El Real Madrid avanza a la final gracias a Benzema y Cristiano
Un gol de Benzema en el 46:05 y otro de Cristiano en el descuento, con lío por el videoarbitraje incluido, meten al Madrid en la final del Mundial de Clubes. Buen partido del América.
Sin Ramos, sin épica, sin milagro a los postres, sin sobresaltos, pero también sin brillo, el Madrid superó la mitad de su recorrido en busca del Mundial de Clubes. En el inventario quedaron los kilómetros de Lucas Vázquez, medalla al trabajo, un pase de Kroos que mandó al voluntarioso América por el desagüe y otro enredo con el videoarbitraje. El domingo la cita es con el Kashima, que no exigirá más que el América, pero la dimensión planetaria del partido le pide al Madrid que acerque más la eficiencia a la excelencia.
La única telegenia del partido apareció cuando estaba decidido. Cristiano encontró consuelo a varias ocasiones perdidas culminando un contragolpe con éxito en el descuento. El paraguayo Cáceres, por indicación del juez de pantalla o por iniciativa propia, pidió revisión por fuera de juego, una de las infracciones que estaba fuera del catálogo del rebobinado ayer y que se incluyó hoy. Después anuló el gol y finalmente acabó concediéndolo. Fue un tanto limpísimo ensuciado por este absurdo ensayo de la FIFA condenado al fracaso. Aplicarlo en la competición sólo demuestra que ni la propia FIFA toma en serio su Mundial de Clubes.
Es la velocidad, o la falta de ella, la que establece las clases en el fútbol. Así que aplicando una aceleración similar, Real Madrid y América parecieron de la misma especie en el arranque del partido. La Volpe exige armar el juego desde atrás, en corto, y sólo cuando aparece la oportunidad arriba jugar con pocos toques. Hizo bien lo uno y lo otro, no sólo para evitar la matanza que se presumía sino para mantener el partido con vida.
El América tuvo respuestas débiles, la mayoría atribuibles a Romero y Da Silva, que sonaron como avisos para un Madrid somnoliento. Durante muchos minutos fue una molestia, un erizo al que el equipo de Zidane era incapaz de agarrar. Encajar un gol lo desinfló. Y también abrió el partido, que tomó un camino más alegre en la segunda parte.
El Madrid encontró muchos caminos hacia la puerta, abiertos por la fatiga y cierto desánimo del América, pero le faltó precisión. Cuando no atinó en el último pase llegó el gatillazo en el remate. Cristiano pifió uno a puerta vacía desorientado por Benzema, con Lucas Vázquez a toda máquina pero sin acompañamiento. Y finalmente Cristiano, en el minuto 93, que quizá un día forme parte del himno del club, remató la faena en un gol que vino y fue del vídeo al campo. En esto la FIFA ha metido los dedos en el enchufe.