Chivas empata y habrá Clásico Nacional ante América en Liguilla
Guadalajara y Necaxa dividieron puntos, resultado que favoreció a los dos en la tabla. El Rebaño y Las Águilas se volverán a ver las caras por segunda vez consecutiva en 'Fiesta Grande'.
Hay goles que valen partidos. La curva que describe la redonda es elegante. La colocación del disparo es perfecta. Por eso, cuando las redes estremecen, la tribuna explota. No sólo por ser el 1-1 frente a Necaxa, ni porque el tanto de Alan Pulido es uno de esos por los que se paga un boleto, sino porque además deja servida la mesa para el Clásico en Liguilla: Chivas y América se toparán en Cuartos de Final.
A la última fecha del Torneo Apertura 2016, el Guadalajara llega con pleno conocimiento de lo ocurrido con su acérrimo rival. El empate de las Águilas en casa del Pachuca deja las cosas claras: si el Rebaño Sagrado iguala o gana, enfrentará a los de Coapa; sólo si pierde, se arruina dicha posibilidad.
Pero el arranque del encuentro no es el mejor para los dirigidos por Matías Almeyda. Miguel Ponce falla en la marca. Permite la media vuelta del adversario y el toque para Fernando Meza, que entra como flecha al área. Solo, ante la salida de Rodolfo Cota, acomoda adecuadamente el cuerpo y remata raso, colocado. Al fondo. Gol de los Rayos, al '13.
El Guadalajara no articula. Por momentos se ve superado en el trámite. Hasta el '19 ofrece respuesta. Alan Pulido, el refuerzo de lujo, hace bien las dos primeras partes de la tarea: recibe y recorta en la orilla del área. Pero falla en el tercer paso: le pega muy abajo a la redonda, que se va por encima del arco.
Y después del error, una genialidad. El árbitro Fernando Guerrero señala tiro libre. Luce lejano. Pero en su mente no hay duda. Pide la pelota en solitario. Nadie a su alrededor. En la mente de Alan Pulido tal vez se dibuje ya lo que está por ocurrir. El refuerzo enfila. Da vuelo a la pierna derecha. Los antiguos cronistas lo describirían como un poema.
El viaje de la redonda es perfecto: potencia adecuada, altura suficiente, comba letal. El vuelo de Marcelo Barovero es un ornato más para la estampa. Sirve para que las fotografías se vean espectaculares. Nada más. Imposible alcanzar el esférico, que estremece las redes y provoca algarabía en la tribuna, al '32. Golazo del refuerzo rojiblanco.
Antes de concluir la primera parte, la balanza se inclina. Edson Puch comete una falta sobre Jesús Sánchez. Guerrero saca una amarilla que parece rigorista. Es la segunda para el chileno, que se va del campo expulsado al '41. Guadalajara tiene superioridad numérica, pero en partidos anteriores ha demostrado que no le es fácil manejar esa condición.
Se repite esa historia. Durante el complemento, Fernando Meza saca un susto a los locales con un cabezazo que pasa a centímetros del poste, al '60. Y la respuesta de Chivas, con un hombre más sobre el césped, es pobre. Le alcanza para poco: al '67, Carlos “Gullit” Peña recibe una pared de Alan Pulido, pero el zurdazo se la escurre por un costado y al '78, Javier Eduardo López, desde afuera del área, vuela un disparo con el arquero fuera de su posición.
Eso es todo. Guadalajara insiste con más deseo que idea. No es suficiente. El golazo de Alan Pulido ha salvado la noche. Ha significado el 1-1 definitivo. Uno de esos tantos que valen un partido. Y no sólo eso: el de esta noche vale también un Clásico. Habrá Chivas-América en Cuartos de Final del Apertura 2016.