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100 AÑOS DEL CLUB AMÉRICA

La increíble historia del trofeo que más sufrió el americanismo

En la Final del Clausura 2013, la copa ya se comenzaba a grabar con el nombre de Cruz Azul, en minutos cambió la historia y se quedó en la vitrina de las Águilas.

México DF
La increíble historia del trofeo que más sufrió el americanismo

América y Cruz Azul jugaban el minuto 85 de la Final de Vuelta del Clausura 2013, La Máquina tenía el global 2-0 a favor y sólo una tragedia podía quitarle el título que no llegaba desde hace casi 16 años.

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Parecía que La Máquina al fin cortaría su sequía de títulos, por ello el encargado de grabar el nombre del Campeón en el trofeo de la Liga MX comenzaba a escribir la “C” de Cruz Azul, ¡lo increíble, todo cambió en cuestión de minutos!

Corría el minuto 89, la “C” ya se podía leer en el trofeo, pero llegó lo inesperado. Aquivaldo Mosquera anotó con un cabezazo y puso el 2-1, aún a favor de los cementeros; un “espera” llegó y no se completó el nombre de los cementeros.

América estaba volcado al ataque, nada le importó jugar con 10 elementos desde el minuto 13 (por la expulsión de Jesús Molina), quedaban poco menos de 5’ en el reloj, y sí… Las Águilas construían el ‘milagro’.

Se venía la última jugada del partido, tiro de esquina a favor de los de Coapa. El portero Moisés Muñoz se fue al ataque en busca de la hazaña, conectó de cabeza el balón que venía en el aire, éste se desvió en Alejandro Castro y Jesús Corona no pudo hacer nada para evitar el 2-2 global… El estadio Azteca era un manicomio de 100 mil personas.

El juego se fue a tiempo extra y después a penaltis, donde se decretó el campeonato de América. El 26 de mayo de 2013 el fútbol mexicano tuvo una de sus finales más recordadas.

Cuando el trofeo ya estaba en las vitrinas de Coapa, un encargado de la Federación Mexicana de Fútbol le dio la opción al América para eliminar la “C” de Cruz Azul, pero los directivos azulcremas se negaron al afirmar que tanto el partido, como la remontada fueron épicas y eso serviría para que su afición jamás olvidara cuánto les costó ganar su estrella número 11.