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BARCELONA

El Barcelona 'deja' el falso nueve y empieza a jugar con dos puntas

Luis Enrique, obsesionado con no ser previsible, prueba nuevos sistemas. Ya ha jugado con tres dibujos esta temporada: 4-3-3, 3-4-3 y el 4-3-1-2 de Alemania.

Luis Enrique habla con Alcácer en el Borussia Park.
Alex GrimmBongarts/Getty Images

Luis Enrique experimentó (sin éxito) durante 54 minutos en Moenchengladbach con un 4-3-1-2 que sorprendió a los puristas. Desde el cruyffismo, el Barça ha usado raras veces ese sistema y si lo hizo fue en medio de una crisis de identidad.

En 2001, Rexach recurrió, en pleno descreimiento barcelonista, a un 4-4-2 en el que Saviola y Kluivert hacían de puntas. Un fracaso. En la última década (Rijkaard, Guardiola, Tito Vilanova, Martino y Luis Enrique como entrenadores), el Barça jamás había jugado con dos delanteros como hizo en el Borussia Park.

Alcácer y Suárez de referentes, un rara avis en el universo azulgrana. Es más, desde el 2-6 del Bernabéu con Messi por el medio, el Barça promocionó la figura del falso nueve como uno de los avances de su modelo o un guiño a la filosofía de Cruyff que hasta Romario, en 1994, utilizó a Laudrup, un diez, como primer llegador al que no podían detectar los centrales rivales.

Obligado a renovarse, Luis Enrique ha huido del inmovilismo desde que es técnico del Barça. El primer año, y con la aprobación de los dos protagonistas, devolvió a Messi a la banda derecha y colocó a Suárez como referencia.

 A Luis Enrique le obsesionó no ser previsible. Por eso, y aprovechando los refuerzos, ya ha probado tres sistemas esta temporada: el tradicional 4-3-3, un 3-4-3 que aprovecha a Umtiti, y el revolucionario 4-3-1-2 y Neymar liberado. El experimento no funcionó y el día no era el adecuado. Pero en fútbol, nada como tener soluciones.