El terremoto tumbó al Puebla
Los camoteros no habían perdido un solo partido en el PRODE-85, pero el terremoto de 1985 cambió la historia. La reprogamación de su semifinal significó la única -y clave- derrota.
El terremoto del 19 de septiembre de 1985 afectó la vida de los mexicanos en todos los ámbitos y en el fútbol no fue la excepción, aunque claramente fue un detalle en medio de todo el caos que se vivía en el país. La tarde de aquel jueves casi primaveral se jugaba la semifinal de ida entre Tampico Madero y el 'Super Puebla', que llegaba invicto a esta instancia. El duelo no se jugaría y -destino o no- en la reprogramación los 'Camoteros' no pudieron mantener su racha. El cotejo fue reprogramado debido al terremoto 8.1 que afectó la zona centro, sur y occidente de México, en particular a la capital.
El 19 de septiembre era un día importante para los poblanos, el camino a su segunda estrella parecía estar escrito desde el comienzo del PRODE-85, ya que acumulaban un invicto espectacular: 6 victorias, 4 empates y ninguna derrota lo ubicaban en semifinales camino al título. El equipo liderado por el uruguayo Hugo Fernández desde el banquillo, y con Paul Moreno como goleador, vio reprogramado un partido que era clave rumbo a la segunda estrella. Pese a que el duelo se jugaba en Tampico, el Presidente Miguel de la Madrid decidió cancelar todos los eventos durante esos días y el partido no se jugó.
Es imposible saber si la reprogramación afectó en algo el destino poblano, pero lo cierto es que el encuentro que se jugó una semana más tarde de lo esperado fue una inesperada derrota en el Estadio Tamaulipas por 4-2. La primera y única derrota, pero la más dolorosa. En la vuelta ganarían 2-1, pero no alcanzaría para llegar a la final. Tampico Madero, dirigido por Carlos Reinoso, llegaba a disputar la final con el América. El terremoto, indirectamente, también derrumbo al Puebla.
LA OTRA MITAD
En el Estadio Azulgrana ese 19 de septiembre también se jugaba una semifinal. Atlante y América chocaban por un pase a la final, que a la postre ganarían Las Águilas ante el Tampico Madero, pero esa mañana el terremoto encontraría a los jugadores del Atlante en pleno hotel de concentración durmiendo.
El sismo levantó a los jugadores de sus camas en el Hotel California (ubicado en Baja California y Cuauhtémoc), no sólo por el movimiento sino que también por la tronadera de ventanas y la caída del revestimiento del hotel. El entrenador José Antonio Roca sin dudarlo mandó a todos sus jugadores a que se reunieran con sus familias sin importar la semifinal que debían jugar más tarde, que como sabemos sí fue suspendida.
Por parte del América, el sismo provocó que perdieran a una de sis figuras. Daniel Brailovsky sin dudarlo tomó un avión y regresó a Argentina con su esposa que estaba pronta a dar a luz.