Sin Rusia 2018, pero Benito Floro es el salvador de Canadá
El titular puede extrañar al que lo vea, teniendo en cuenta que Canadá no estará en el Mundial de 2018. Pero Benito Floro, su seleccionador desde 2013, es el catalizador de que la nación pueda llegar a futuras ediciones del mayor torneo deportivo del planeta.
Floro llegó al banquillo de Canadá con la prensa deportiva nacional haciendo alarde de su extenso curriculum, en el que presume de haber entrenado al Real Madrid (1992-1994) y ganar la Copa del Rey del 92-93, además de sumar experiencia como trotamundos en el Monterrey de la Liga MX (1999-2001), Barcelona de Guayaquil (2009) y Wydad de Casablanca (2011-2012). Los medios nacionales, como casi todo país hace con el suyo, le pusieron un ultimátum al técnico asturiano: o Rusia 2018 o calle.
La era Floro como seleccionador canadiense empezó con polémica. Desde el primer día no se escondió y repitió una y otra vez que lo tenía más difícil que cualquier otro: "Que Canadá no tenga liga profesional propia es un obstáculo de proporciones mayores".
El recado a la Canadian Soccer Association era casi mensual: "No se puede hacer gran cosa sin una liga propia". Floro no se escondió y se reafirmó incluso tras caer en la cuarta ronda de la Eliminatoria de la CONCACAF (superado por México y Honduras en el Grupo A). Su puesto sigue sin ser ratificado y ni él mismo da pistas al respecto.
Lo que sí está claro es que Benito Floro ha sido el gran impulsor de un proyecto histórico para Canadá, que gracias a su insistencia por fin tendrá liga de fútbol profesional propia en 2017: la Canadian Premier League (CPL). El torneo contará con ocho equipos, con propietarios de equipos de la CFL (Canadian Football League) y NHL (National Hockey League), y permitirá algo que el seleccionador pedía a gritos: que los jovénes talentos del país nórdico tengan una plataforma en la que puedan foguearse de verdad.
Tras caer antes del Hexagonal de la CONCACAF, los medios canadienses pidieron la cabeza del seleccionador asturiano. Pero gracias a él, Canadá (cuya única presencia mundialista fue en 1986) ahora tendrá infinitas opciones más de acudir a futuras citas.