Nueva chance para Lance Stephenson: un año, Pelicans
La franquicia de Luisiana ha llegado a un acuerdo con el escolta. Aunque todavía no tiene garantizado un sitio en la plantilla.
Tal y como adelantó ayer Shams Charania (The Vertical), Lance Stephenson ha llegado a un acuerdo con los New Orleans Pelicans. Al parecer, el contrato del escolta es por una sola temporada. Y además, ni siquiera tiene asegurado un sitio en la plantilla, ya que los de Luisiana ya contaban con 15 jugadores antes de hacerse con los servicios del ex de la Universidad de Cincinnati. Así, en las oficinas del conjunto que lidera Anthony Davis tendrán que decidir si Stephenson merece un hueco en el roster. Y de ser así, es muy posible que intenten algún traspaso para no asumir ningún contrato garantizado sin sitio.
Una carrera de locos
Fue una de esas segundas rondas que hacen ruido (número 40 en 2010). Lance Stephenson se convirtió en un fenómeno real durante su tercer y su cuarto año en la NBA. El escolta, siempre polémico, pasó de los tres puntos de sus dos primeros cursos en la Liga, a ser uno de los jugadores de moda. Le sobraba potencial y era capaz de cualquier cosa sobre una cancha de baloncesto. Pero todo se torció en el verano de 2014.
Por aquel entonces, Stephenson era una de las sensaciones de la Liga. Un jugador que asumía los retos más difíciles (defender a LeBron uno contra uno) como algo natural y que siempre iba a más (a su manera, claro). Se crecía en los momentos importantes y se metía al público en el bolsillo con canastas imposibles y ratos de baloncesto tan callejero como espectacular. Los Hornets confiaron en él y le ofrecieron un contrato que le reportaría nueve millones de dólares anuales (en su momento, un contrato importante). Pero lejos de Indiana nunca fue lo mismo...
Tras una año sin encajar en Charlotte, la franquicia de Carolina del Norte cerró un traspaso en el que Stephenson saldría rumbo a Los Angeles (a cambio de Matt Barnes y Spencer Hawes). En los Clippers tampoco cuajó, y a mitad de temporada se encontró camino de Tennessee. Allí, en el desierto que fueron los Grizzlies, encontró la manera de anotar 14 tantos por noche, lo que, probablemente, le habrá ayudado a conseguir esta nueva (y puede que última) oportunidad en Nueva Orleans. Tiene sitio en la Liga, pero necesita demostrar que ha madurado. Algo.