CINE

Un Oliver y Benji ‘kinki’ de Moratalaz tras leer el AS Color

Ramsés Gallego, más conocido como El Coleta, estrena su primer corto, Gol’90, con dos ejemplares de esta clásica revista, cromos y el anime más famoso del fútbol.

Un Oliver y Benji ‘kinki’ de Moratalaz tras leer el AS Color

El ansiado sueño de ser futbolista profesional que recorre canchas y canchas por los barrios obreros de España. Meter goles o dar patadas, lo que sea por tocar la gloria y comprar una nueva casa para mamá. Huele a parque, a sudor, a camisetas de ídolos, a pedirse ‘a Ronaldo’ y colocarse 9 y a sangre en las rodillas. A Ronaldo o a Mark Lenders, ese futbolista ‘chulo’ que protagonizaba ‘Campeones’, más conocida en España como Óliver y Benji. El primer contacto de la infancia de muchos con el fútbol ficción que hizo soñar a varias generaciones con goles imposibles, el tiro del tigre o la catapulta infernal.

Estas ideas mezcladas con el spaghetti western y un anime 100% cañí se reunen en el nuevo corto de Ramses Gallego, más conocido como El Coleta. El rapero de Moratalaz, después de ‘samplear’ a los Chichos, a las Grecas o el ‘Lobo Hombre en París’ en canciones llenas de referencias a los 80 y los 90, lleva esta nostalgia a la gran pantalla en su primer trabajo como director en Gol’90.

Este jueves estrenó su primera pieza en el Ateneo de Madrid. Una de las salas más ilustres de la capital cogía un tono de grada con el público ataviado con las joyas de su colección. Camisetas noventeras del Real Madrid, el Manchester United mezcladas con la de Guti en el Besiktas o alguna de Thomas Rosicky de la República Checa. Porque la calidad importa, pero es el carisma lo que lanza a los chavales a ser los ídolos del barrio. Ramsés no falló a su cita. “Con la coleta de Roberto Baggio”, la azzurra con el 10 a la espalda le convertía en ‘Il Divino Codino’ de Moratalaz.

Tras un breve repaso de sus mejores temas con Selector Marx a los platos poniendo en tal escenario el rap mezclado con rumbas populares mandando a quien los rechazaba como género menor a “debajo del olivo que el sol calienta”, el director proyectó su corto y lo disfrutó, sin sus icónicas gafas Carrera, en primera fila.

Aunque a Ramsés la pantalla se le hizo pequeña, (aseguró que buscaría una sala aún más grande y reconoció su gran gusto por las pantallas gigantes) Gol’90 se vio por primera vez en público. En esta, ‘Míchel’, alter ego de El Coleta, lee un reportaje de Clemente en un ejemplar de AS Color, viendo de fondo al Sabio de Hortaleza, y se pone un capítulo de Óliver y Benji. La ‘catarsis’ del gol en el anime hace que Míchel se vista con la casaca de Michel Platini, coja su Mikasa y baje a entrenar a las canchas de la calle. Como no, de Moratalaz.

Allí, se desatará un conflicto tan cotidiano como de sorprendente final. Uno, que ha dibujado y animado el propio Ramsés que afirmó en el coloquio posterior que era su primer coqueteo serio con las Bellas Artes.

Asegura Gallego que volverá a los escenarios con una gira próximamente, pero ahora es el cine lo que le mueve más las tripas y el camino del cortometraje, a falta de mayor financiación para su debut con un largo que ya tiene en el cajón, es el que quiere seguir. Aunque, evidentemente, al corto le acompaña un nuevo tema, el más futbolero de toda su carrera.

Con cameos en la serie Cuéntame y en más cintas españolas, El Coleta arranca el que era su sueño en la escuela: ser director de cine, “aunque no sabía ni que hacía un director de cine”, reconocía para desatar las sonrisas bajo mascarilla de los presentes.

Ni estudió música para hacerla y solo dio una clase de ‘cine’, que asegura que absorbió, para entrar en un mundo del que habla con tanta pasión como conocimiento y fuera del ‘academicismo’. No lo siguió en el rap, no lo siguió en el fútbol y no lo seguirá en el cine. Porque si algo nos recuerda Gol’90, es que el barrio siempre tiene su propia ley.

Ni Este ni Panini, los cromos de El Coleta

El propio Coleta fue repartiendo con ayuda de su equipo un obsequio a todos los que allí acudieron para animarle en su debut. De su puño y letra creó un album de cromos de su propia editorial en el que con mimo y un estilo de lo más propio retrató a más de una veintena de ídolos del fútbol español y mundial.

Di Stéfano se mezcla con Gascoigne, el Luis Aragonés entrenador, Guti, Irureta o Batistuta versionando las míticas ‘estampitas’ mundialistas de Panini.

El último cromo es el de Míchel, su personaje en el corto, y hay un ‘billete dorado’ como el de la Fábrica de Chocolate. La única estampa de una escena ‘en juego’ del protagonista del corto del que confirmó Ramsés que calcula que no hay más de 20. ¿Tendrá como premio una visita a Moratalaz? Depende de El Coleta...