‘Let’s get ready to rumble’, la frase de los 350 millones de euros
Michael Buffer se ha convertido en una verdadera leyenda gracias a una frase que ha sabido rentabilizar hasta crear un imperio económico sin parangón.
No tiene ninguna habilidad atlética. Nunca ha jugado un partido o disputado un combate. Y tampoco le ha hecho falta comprar ningún club o franquicia. Pero Michael Buffer (77) ha ganado más dinero que muchas de las estrellas más rutilantes del mundo del deporte porque detectó una oportunidad de negocio y la convirtió en oro.
Su ‘Let’s get ready to rumble’, que en una traducción más o menos literal sería ‘Preparémonos para la pelea’ y en una más libre algo así como ‘Que comience el espectáculo’, se ha convertido en una de las frases más icónicas del mundo del deporte que le ha reportado a su creador unas ganancias inimaginables.
Nacido en Filadelfia, Buffer se dedicó durante varios lustros a diversas actividades sin mostrar una vocación clara popr ninguna de ellos. Vendedor de vehículos, modelo e incluso actor fueron algunos de los trabajos que le ayudaron a salir adelante, pero a principios de la década de los ochenta, mientras veía un combate de boxeo junto a su hijo, algo despertó en él.
Se dio cuenta de que a las retransmisiones les faltaba un ingrediente que despertara la emoción del público y, consciente de su buena presencia, Buffer, que por aquel entonces tenía 38 años, se dedicó a enviar sus credenciales a diversos lugares que albergaban combates para que le tuvieran en cuenta, siendo el Playboy Hotel & Casino de Atlantic City el que le dio la oportunidad que ansiaba en 1982.
Casi de inmediato, Michael Buffer comenzó a hacerse un nombre gracias a una particular manera de proceder que, junto a su legendaria frase, caló hondo en el público convirtiéndose así en parte impresvindible del espectáculo.
No obstante, lo que realmente marcó la diferencia en su carrera fue la decisión de registrar el ‘Let’s get ready to rumble’ en 1992. En los 30 años transcurridos desde entonces, Buffer ha presentado miles de eventos deportivos de diversa índole en todo el mundo con un caché que oscilaba entre los 20.000 y los 80.000 euros por velada, llegando a ganar en algunos eventos muy determinados 900.000 euros (un millón de dólares).
Además de los ingresos por ‘performance’, el fabricante de videojuegos Midway pagó a Michael Buffer 100 millones de dólares para poder usar su frase a perpetuidad, que también ha sido utilizada en canciones, películas o anuncios. En total, Buffer ha acumulado un patrimonio neto de $400 millones (más de 350 millones de euros) desde que saltara a la fama y se ha convertido en un verdaero icono por perseguir su sueño con una pasión implacable.