El relato más desgarrador de Amor Romeira
La televisiva denuncia a través de las redes sociales el terrible episodio de acoso que vivió en plena calle en Madrid. “Sentí ansiedad, miedo y pánico”, dice.
Amor Romeira ha reaparecido en su perfil de Instagram para denunciar la terrible situación de acoso que vivió en la calle cuando un grupo de hombres la persiguieron hasta prácticamente la puerta de su vivienda. La televisiva no ha podido evitar romper a llorar al relatar lo sucedido ya que fue un momento de auténtico miedo para ella. “Sentí ansiedad, miedo y pánico”, dice con la voz entrecortada. Una situación a la que se enfrentan muchas mujeres cada día.
“Todo porque me atreví a caminar cinco calles de la discoteca hasta casa. Cinco calles que pensé que no eran nada y que no me iba a pasar nada”, comienza diciendo. “Es que… ¿Por qué me iba pasar algo?”, se pregunta en sus redes sociales. Amor Romeira cuenta que, llegando a la última calle antes de entrar en su casa, “me abordaron cuatro tíos”. “Me decían ‘hey’ Es lo único que escuché porque automáticamente pensé ‘no bajo por ahí. Y giré a la otra calle que había un coche de limpieza y al fondo uno de policía con las luces encendidas”, continúa relatando.
“En el momento, no fui capaz de verbalizar lo que me pasaba porque sentí mucho miedo. Solo le dije al chico de la limpieza: ‘¿sabes si por aquí pasan taxis?’”, añade en el relato de su denuncia vía redes sociales. La televisiva aprovechó para salir huyendo hasta el portal de su casa cuando un coche de policía pasó a su lado y paró a los individuos. “Descubro que hay otros que van de secreta y pensé: ‘ahora sí’. Y mientras caminaba esos metros de mi casa, no dejé de mirar para atrás. Que no vengan, que no me me persigan”, dice.
El lamento de Amor Romeira
“Y llegué a mi portal. Entré y automáticamente rompí a llorar”, afirma. La que fuera concursante de ‘Gran Hermano’ cuenta que pasó mucho miedo y que a día de hoy todavía se culpa por no haber cogido un taxi a la salida de la discoteca. Para finalizar, Amor Romeira dice: “El problema no es que yo como mujer no pueda ir caminando sola por la calle a la hora que sea. El problema es cómo se me ocurre hacerlo. Y encima con escote. ¿A razón de qué me tienen que abordar cuatro hombres por la calle? ¿Para qué? ¿Por qué?”.