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Lola se sincera sobre el problema de salud que arrastra después de 'Supervivientes'

La que fuera concursante de 'La isla de las Tentaciones' ha confesado a través de su canal de 'Mtmad' las secuelas que arrastra tras su paso por Honduras.

Imagen de Lola, de 'Supervivientes'.

Hace algo más de un mes, Telecinco puso punto y final a una nueva edición de 'Supervivientes', la cual venció Olga Moreno. Una experiencia que llega a cambiarles la vida a muchos concursantes por sus exigentes pruebas y por la falta de comida y otros bienes, y es que es ahora cuando muchos supervivientes hablan de las secuelas que les ha dejado el concurso, como es el caso de Lola.

La que fuera también exconcursante de 'La isla de las Tentaciones' ha compartido con sus fans de 'Mtmad' cómo fue su paso por la isla de Honduras, el cual le ha afectado física y psicológicamente, llegando a ocasionarle problemas de salud. "Mi cuerpo y mi mente están viviendo una transición muy brutal de la que yo no era consciente cuando salí de allí", ha comenzado señalando.

Y es que ha confesado que su cuerpo está sufriendo el llamado efecto rebote tras su aparición en 'Supervivientes': "Hace una semana que me bajó la regla por primera vez desde hace cinco meses. Mi cuerpo era una bomba de relojería y de hormonas. Estaba reteniendo muchos líquidos y todavía los retengo".

"Tengo más hormonas masculinas que femeninas"

El hecho de que haya tardado tanto tiempo en bajarle la menstruación le ha causado varios efectos negativos: "Estoy teniendo más hormonas masculinas que femeninas. Por eso tengo más testosterona y veo mis brazos y mis hombros más anchos".

"No estoy a gusto con mi cuerpo aunque intento llevarlo lo mejor que puedo. Voy a empezar con el gimnasio", ha añadido, confesando a su vez que se le cae más el pelo y le crecen muy rápido las uñas. "Yo siempre he sido ancha de caderas pero esta vez es lo contrario, he perdido toda la cintura. Tengo mucho sueño siempre, estoy agotada y mi piel es súper grasa".

Pero no toda la experiencia de 'Supervivientes' ha sido mala para ella, pues también ha tenido cosas positivas: "Soy menos dependiente de las personas, antes tenía mucho miedo a la soledad y ahora no me pasa. Me siento más madura, sobre todo emocionalmente. Era celosa, posesiva. Ahora miro atrás y digo... qué tonterías hacía", ha señalado.